Cultura

Los flamencos de Cádiz lloran la muerte de Chano

  • Innumerables elogios se suman a las anécdotas vividas junto al rey del compás. De la Jara, Cornejo, Juan Villar, Cascarilla, Palomar o Real, entre otros, le recuerdan

El mundo del flamenco está hoy de luto. Todos los artistas que le conocieron, los de ahora y los de siempre, jóvenes y mayores, lloran su muerte. Y lo hacen entre anécdotas repletas de humor, añoranza y de ese compás genuino con el que "sólo" Chano Lobato hacía vibrar.

·"Decir Chano es decir Cádiz", decía ayer a este medio Mariana Cornejo, que se enteró de la triste noticia en la noche del domingo al lunes, mientras veía la recogida del Despojado. "Me dio la noticia Matilde Coral, y aunque estaba malito, no me lo esperaba. Ha sido un disgusto muy grande".

Para Mariana Cornejo, que junto a Lobato ha llevado los cantes de Cádiz por montera, Chano era "el rey del compás, del salero, de la gracia, el ingenio y la sabiduría". "Cantaba por todos los palos -añade-, tenía demasiado arte y mucho saber estar. Todos los flamencos de aquí y de toda España lo adoraban". La última vez que estuvo con él fue en el programa de Canal Sur de Jesús Vigorra, junto a Matilde Coral y el Lebrijano. "Estaba muy lúcido y gracioso. Pensé: Ya va Chano para arriba, pero se fue", decía apenada la cantaora gaditana.

·Hace 29 años que Chano Lobato entregó a Carmen de la Jara el primer premio del concurso Cante por Alegrías. "Desde entonces, siempre me he sentido muy unida a él", decía, emocionada, Carmen de la Jara. "Se ha ido un artista magistral, al que todos adoraban, jóvenes y mayores. Y es que Chano era único, hacía vibrar, aparte de su gran sentido del humor, tenía un ritmo que nadie tiene, ni en la provincia, ni en toda España". Junto a él, de la Jara ha compartido innumerables anécdotas, en la Regata 92, en el premio Cata del Vino de Montilla, en la Bienal sevillana y en numerosas fiestas privadas. "Siento mucho su muerte porque era la reliquia que nos quedaba, nos ha dejado huérfanos, estoy fatal".

·David Palomar reconoce que ha bebido mucho de Chano Lobato, de ahí su homenaje en su último concierto en el Teatro Falla. "A mí Chano me ha aportado todo. Me gustaba escucharlo y verlo, como persona y artista". Y es que, añade, "Chano era el último de esa generación de flamecos gaditanos de la postguerra. El de los señoritos, el del hambre. Fueron estas vivencias las que le proporcionaron esa creatividad tan grande, porque era todo arte". Fue él quien le acompañó en la recaída que tuvo, el día que la Reina vino a inaugurar el Centro de La Merced. "No me hice la foto, ni le canté a la Reina porque tenía que estar con Chano, era lo que sentía".

·A las siete de la mañana de hoy partirá para Sevilla parte de la junta directiva de la peña La Perla de Cádiz, para quien la muerte de Chano Lobato deja, además de un enorme vacío en la interpretación de los cantes de Cádiz, un sensible hueco en el elenco de socios de la peña, a la que pertenecía Juan Ramínez Sarabia junto a su hermana Charo. Paco Real, presidente de La Perla de Cádiz, anuncia el viaje a Sevilla para estar junto a la familia en el último adiós al cantaor, y también el aplazamiento de un homenaje que la peña preparaba para el próximo día 18: "Lo teníamos todo atado, pero no nos parece celebrarlo ahora".

Para Paco Real, para quien el centro flamenco de La Merced debería llevar su nombre desde que se inauguró, la muerte del cantaor deja "un vacío en el mundo del flamenco muy difícil de llenar; vamos, imposible. Es muy difícil que salga otro como él. Mira, tengo aquí a mi lado a Miguel Rosendo, joven cantaor, y asiente con la cabeza. Chano tenía arte, compás y sabiduría; tenía el mejor compás del mundo, y el que más gracia tenía contando cosas".

·Por La cantaora gaditana May Fernández lleva varios días fuera de Cádiz y se enteró del fallecimiento de Chano Lobato por la llamada de este periódico: "Me dejas helada, de piedra; qué disgusto más grande". May recordó pronto cómo el cantaor le presentó hace unos años en un acto en Diputación: "Fui como su telonera. Eso fue un orgullo grandísimo para mí. Otras veces he tenido la suerte de cantar junto a él, y eso es un orgullo grande. En la peña La Perla, por ejemplo. De aquel día tengo el Diario guardado. O en La Merced, el día que se lo tuvieron que llevar a la Residencia".

Hacía tiempo que May Fernández no veía a Chano, aunque sabía que estaba mal por Palomar: "Hace poco le pregunté, y me dijo que ya estaba en su casa, y que ya no cantaba". La cantaora gaditana, que destaca la "maravillosa" persona que fue Juan Ramírez, cree que el centro de La Merced debe llevar su nombre: "Es lo que pega".

·Rotundo y afectado, el cantaor gaditano Juan Villar, santo y seña de las maneras cantaoras de la tierra, lo dejaba bien claro: "Cádiz ha perdido unos de los cantaores más grandes que ha parido".

El artista lamentó con sobriedad y respeto la muerte de "una buena persona", un "gaditano de pura cepa" que "adoraba a su tierra" y que siempre hizo gala "de su arte y de su gracia" . Villar, que siempre recordará de Chano su capacidad "de querer" a todo el mundo, lo erige "indiscutiblemente" como "figura irrepetible".

·Cuplés por bulerías, tangos, alegrías... Compás puro. Así lo recuerda el cantaor José de Vargas Cascarilla. "Chano ha sido el mejor cantaor festero de la historia de España", sentencia. Y lo dice "un amigo" y "un compañero de fatigas" con el que coincidió en Cádiz, en Madrid y en Francia. "Una de las veces que más me reí fue en la Bienal de Sevilla cuando cantamos nosotros con Juan Villar y a Chano se le olvidó el pegamento de los dientes, menos mal que los míos también eran postizos y yo lo llevaba, qué gracia".

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