Programación Guía de la Feria de Jerez 2024

Diario de las Artes

El gran dulce momento

  • Rocío Cano, David Maldonado y Fermín García Villaescusa, premios en la LXXII edición del Certamen de la Academia de Bellas Artes de Sevilla

Obra de Rocío Cano.

Obra de Rocío Cano.

He escrito hasta la saciedad que el momento más importante de la historia del arte de esta ciudad es el presente. Ni siquiera aquella trilogía importante de artistas jerezanos - José Gallegos Arnosa, Salvador Sánchez Barbudo y Germán Álvarez de Algeciras - que, en siglo XIX, coparon un máximo interés. Ni siquiera la pintura de los años cincuenta y sesenta de la anterior centuria con Carlos Ayala, Pepín Caballero Salguero, Joaquín Cañete, Vicente Vela, Jesús González, Juan Gutiérrez Montiel, María Manuela Pozo, Piluca Gotor, entre otros, tuvo la importancia de la que, ahora mismo, existe en Jerez. No es, ni mucho menos, exaltación de un exacerbado jerezanismo ni zarandajas chovinistas que contenten los egos localistas de algunos. Se trata de la absoluta constatación de la realidad.

Actualmente un grupo de pintores jerezanos copan las más altas instancias de la pintura española. Un segundo gran segmento contiene pintores de muy primerísima fila que, en otros lugares, estarían en lo más alto y que, aquí, están, quizás, un poco eclipsados por la significación de esos grandes que están en lo mejor de la pintura. Son, además, artistas jóvenes, algunos muy jóvenes, otros en lo que, hoy, se llama autores de media carrera. Todos con un potencial pictórico que no ofrece duda alguna. Los nombre están en el imaginario de los buenos aficionados y son pintores conocidos, humildes, sin las estridencias que tanto abundan en una profesión amante de la cohetería, la pólvora ruidosa y las alharacas estentóreas. Son aquellos que no vocean éxitos inexistentes ni efectismos maledicentes. Todo lo contrario; son los callados actuantes de un arte silente, serio, riguroso y abierto sólo a lo mejor de un oficio que está sólo para pelearse con el caballete en la soledad del estudio, crear diariamente y componer verdaderas sinfonías de buen hacer.

Para demostrar lo anterior basten sólo algunos ejemplos. Hace unos días se falló el Premio de Dibujo Gregorio Prieto, probablemente uno de los más importantes de España, por no decir, el número uno de la modalidad. Fue finalista una pintora jerezana. Me cuentan dos miembros del jurado - prestigiosos artistas y críticos de arte -que su obra estuvo hasta el final siendo de las más valoradas. Su nombre, Magdalena Bachiller. Su pintura excelsa, su dibujo dominador, su sentido de la creación, nadie lo pone en duda. Es de las artistas más serias y eficientes de nuestro panorama artístico.

Obra de David Maldonado. Obra de David Maldonado.

Obra de David Maldonado.

Otro ejemplo más que nos puede servir para constatar en qué momento se encuentra la pintura que se hace en esta ciudad: el jerezano Juan Ángel González de la Calle terminaba hace unos días su importante exposición en Málaga; hoy junto con Madrid y Bilbao los centros artísticos más importantes de España. Su muestra en la importantísima Coracha malagueña, dependiente del todopoderoso CACMálaga, suponía un importante espaldarazo a su dilatada carrera.

Otro ejemplo más, Antonio Lara, uno de nuestros más jóvenes artistas, con los mejores reconocimientos en su historial, abría exposición en la Sala Pescadería de Jerez; todo un gran paso adelante del que es un jovencísimo artista. Uno más, Javier Palacios forma parte del gran catálogo de artistas de la importantísima galería Luis Adelantado de Valencia.

Obra de Fermín García Villaescusa. Obra de Fermín García Villaescusa.

Obra de Fermín García Villaescusa.

Y para terminar este pequeño muestrario de artistas grandes y sus buenas actuaciones lo que ha ocurrido sólo hace dos días en los Premios organizados por la Academia de Bellas Artes de Sevilla, en su septuagésima segunda edición; objetivo de muchísimos artistas por su importancia, su prestigio y la calidad de los pintores que hasta él concurren. Tres artistas jerezanos han copado el palmarés de los premios. Rocío Cano, una artista de aquí, joven grande donde las haya, se ha hecho con el premio que otorga el Duque de Alba, tercer premio del conjunto del certamen, su obra 'Luces en la loma', dotado con tres mil ochocientos euros; el cuarto premio, el que concede Alfonso y Alejandra de León, cuyo título es 'Pequeño pueblo', obra salida de los pinceles del artista jerezano David Maldonado. El quinto premio, el del Real Círculo de Labradores de Sevilla es 'Estanque del retiro'; su autor es conocido pintor jerezano Fermín García Villaescusa. Estos pintores de muy dispar naturaleza artística, son ejecutante de una pintura sobria, dinámica, exultante, llena de sentido plástico y organizado dentro de los organigramas de la mejor pintura figurativa.

Hay que decir, asimismo, que entre las obras finalistas se encontraba una de la también artista de Jerez, Carmen Chofre.

Sin lugar a dudas, la pintura de Jerez se encuentra en su momento más dulce. ¿Alguien lo puede poner en duda?

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