José Luis Balao Pinteño es algo más que una institución en el mundo de la guitarra jerezana, es para todos, el maestro. El maestro Balao, como le llaman sus alumnos, vivió ayer en el Centro Andaluz de Documentación del Flamenco, una experiencia "merecida", como bien reconoció el impulsor de esta magnífica colección, 'Flamenco y Universidad', que lleva más de una década rescatando a los mejorcito de este arte y enarbolando la bandera de artistas que han contribuido a hacerlo más grande.

En su XXX volumen, la colección se detuvo en la figura de un guitarrista, José Luis Balao, que a sus 77 años, "a mí no me importa decirlo", aseguraba ayer antes de subirse al atril, se ha convertido en un referente para muchos.

Junto a Francisco Camas, delegado de cultura, y Rafael Infante, Balao agradeció el calor que "que me habéis brindado todas las personas que estáis aquí" y mostró su satisfacción por la edición de este doble disco. "Me enorgullece lo que se ha hecho", dijo.

El tocaor ha visto cómo sus más de 90 creaciones, como bien indicó Antonio Núñez al hacer su semblanza, han quedado plasmada en un disco que compagina las dos vertientes de su guitarra, la puramente flamenca con la de músico, "porque yo me considero músico", aseveró.

Francisco Camas ensalzó su aportación al mundo de la guitarra y Rafael Infante consideró que este trabajo "es una recompensa a Balao y lo que ha hecho por la guitarra de Jerez". Al mismo tiempo, Infante defendió la necesidad de contar con una institución como la Cátedra de Flamencología.

En primer disco contiene doce temas que van desde la bulería 'Rebuscando' a la guajira 'Caribeña' pasando por la granaína 'Murmullo de la Alhambra'. Además, encontramos una alboreá, "la primera vez que se compone para guitarra solista", recoge el apéndice, y una danza árabe que compuso el maestro para su hija en 1981.

El segundo compacto recoge desde una milonga argentina, titulada 'Recordando a Atahualpa Yupanqui', a una marcha dedicada a la Virgen de la Soledad.

En el perfil elaborado por Antonio Núñez, el comunicador jerezano repasó su trayectoria, desde sus inicios con Javier Molina hasta su paso por la academia de Rafael del Águila, la persona "que considera su maestro y que de alguna manera influyó en su concepción de la música, ya que fue el que le introdujo en la música clásica".

El acto finalizó con la actuación de varios de sus alumnos, Didier Macho, Esteban Gijo, Abraham Lojo, Alejandro Quintero y Manuel Pinto, que deleitaron a un público que llenó el auditorio del Centro Andaluz de Documentación del Flamenco.