Lauren López se dio a conocer con el cartel que anunciaba la Feria del Caballo 2007. Desde entonces hasta ahora no ha parado de trabajar, pero es en la sala de arte del conocido lugar de encuentro nocturno Damajuana, cuando se le ha presentado por primera vez la oportunidad de exponer en Jerez. La muestra puede contemplarse hasta el 12 de octubre con horario de 20:00 a 23:00 horas.

- ¿Qué sensaciones le produce esta exposición?

- Siento que está incompleta, pero se trata de una ocasión estupenda. Tengo la oportunidad de exponer en mi ciudad de forma individual y es bueno que se sepa de nuestro trabajo de vez en cuando. Me encanta disfrutar de los nervios, de los comentarios de la gente, intercambiar opiniones. En este caso no hay patrocinadores ni respaldo de ningún tipo, y los críticos tienen siempre mejores canapés que probar. ¿Merece la pena que me parta la espalda pintando simplemente para que alguien vea tu trabajo? Pues sí, porque alguien pasa, lo ve y te estrecha la mano. Todo eso alimenta la necesidad que todo artista tiene de ser escuchado, de existir.

- ¿Está satisfecho?

- Estoy dando mis primeros pasos. De momento he tenido suerte, pero también muchos fracasos. Jerez es un sitio muy especial en el que iniciativas como 'Retratos de familia' no tienen un lugar aparente y mucho menos el respaldo del político de turno. Pero me queda la esperanza de que el pueblo se quite ese estigma señorial y para darnos el cariño y el reconocimiento a nuestro esfuerzo. Por ahora no creo en Jerez. Creo en el jerezano, en el torero y en el gitano. Todos vemos los mismos adoquines cuando cruzamos la calle.

- ¿Con qué se queda de esta exposición?

- Me quedo con todo lo que está colgado y también con lo que no está. Existe un pretexto, 'Retratos de familia'pero no me ha impedido trabajar en otras tendencias aunque no sean figurativas y con la misma temática. Desde el cartel del Día Mundial del Asombro Fraternal, al contrapunto que para mí significa el retrato de Javier, que simboliza la perfección, la sinceridad y la inocencia.

- ¿Cómo ha ido usted evolucionando desde el polémico cartel de la Feria de 2007?

- Más que artísticamente, creo que he evolucionado como persona. Y mi pintura es fiel reflejo de lo que he vivido. Se puede decir que he tenido una época intensa, y la verdad es que me imaginé todo muy diferente.

- ¿A qué se refiere?

- A que me ha servido para conocer mis limitaciones físicas. Desde el cartel de la Feria intento que mis cuadros sigan siendo voluminosos pero que pesen menos.

- Por cierto, ¿le sirvió para algo la polémica con Pacheco?

- Ni don Pedro (Pacheco), ni doña Dolores (Barroso, delegada de Cultura), ni doña Pilar Sánchez (alcaldesa) han estado nunca en la exposición de mis 'Retratos de familia'. Pero yo tampoco gasté nunca pólvora en esa polémica absurda. Yo hubiera hecho el cartel sin cobrar un duro. Se lo dije a Ainhoa (Gil, delegada de Deportes) cuando un año antes lo intenté en el concurso de la Escuela sin conseguirlo. Pero doy gracias a que no todo el mundo funciona de forma interesada. Si no fuera por Cristóbal Donaire, Leo, Luis o Mer ni Dios sabría que tengo una exposición.

- ¿Qué prepara para después de la muestra?

- Me gustaría poder terminar 'Retratos de familia' y editarlo.