"La historia de Peter Pan no caduca"

El Teatro Villamarta recibirá los próximos días 2 y 3 de junio el musical 'Peter Pan', que han visto ya desde su estreno, hace diez años, más de dos millones de personas. Este espectáculo para todos los públicos de la productora malagueña Theatre Properties está protagonizado, desde 2008, por la actriz sevillana Silvia Villaú. Una joven artista que ya ha pasado por obras como 'El diluvio que viene', dirigido por José Luis Moreno, en el teatro de La Latina de Madrid; 'Aladdin', 'Annie' y 'Enamorados Anónimos'.

-¿Qué significa ser Peter Pan?

-La verdad es que es uno de los personajes a los que más cariño le tengo porque profesionalmente me ha abierto muchas puertas y me ha permitido crecer mucho. El hecho de representar a un niño, los gestos, la voz..., ha sido una preparación muy intensa. Y personalmente, para mí ha sido un reto. Siempre he hecho personajes de chica y Peter Pan se sale un poco de lo que soy yo. Quiero que la gente que venga al espectáculo vea al personaje de Peter, no a Silvia, y pienso que casi al 95% el público se va con la duda de si es chica o chico.

-¿Qué se aportan Peter Pan y usted mutuamente?

-Al personaje le aporto mi picaresca, porque yo soy pícara, traviesa, me gustan las bromas... Y Peter me aporta mucha frescura, la ingenuidad del niño, esa agilidad mental y física.

-¿Cómo llegó a este papel?

-Pues me presenté al casting aunque me preparé el papel de Wendy (risas), pero al final me hicieron pruebas para Peter, y eso que al principio no me veía en el personaje. Y mira, a día de hoy, aquí estoy, y muy agradecida porque además este papel ha sacado cosas de mí que yo no sabía ni que tenía. Por ejemplo, yo soy muy femenina y tengo que hacer andares, posturas, gestos masculinos, que hay que cuidar al mínimo para que parezca realmente que soy un niño. Son muchas cosas, pero al final, a base de mucho trabajo, se consigue.

-¿Se le escapa algún gesto masculino en su día a día?

-¡No, no! Cuando me pongo el atuendo de Peter me convierto, y cuando me cambio, me pongo mis tacones y mi falda, vuelvo a ser Silvia. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Cuando salgo del teatro no me reconoce nadie.

-Del periodismo a un escenario...

-Sí, estudié Periodismo en Sevilla aunque siempre he cantado y bailado. Pero tenía que hacer una carrera porque el mundo de los espectáculos es muy complicado y no sabes si puedes vivir de ello. Estuve trabajando de periodista pero no me llenaba, y probé suerte en lo que realmente me gustaba. Así que empecé a hacer cursos en Madrid para prepararme para teatro musical. Y al final estoy viviendo de lo que me gusta.

-¿Dónde radica el éxito de este espectáculo?

-Creo que es en la magia que tiene el musical porque está hecho tan bonito, cuidado hasta el más mínimo detalle, que a todos le gusta. Y luego, la historia que cuenta es universal, que todos conocen. Sigue vigente. Es un musical que le gusta a todo el mundo y además te atrapa desde el principio, te pone el vello de punta y enseguida te metes en el país de 'Nunca Jamás'. Parece un cuento total. Este musical es nuestro 'salvavidas' porque nunca caduca.

-Pero no es un musical infantil...

-No, es para todos los públicos y esto hay que destacarlo. Somos más de 40 personas las que trabajamos aquí, es un musical a lo grande, con muchos efectos especiales, acróbatas, bailarines, cantantes, en directo, con música...

-¿A qué aspira en esta profesión?

-(Risas). Tal como están las cosas, a seguir trabajando en lo que me gusta que a día de hoy lo consigo. Y aunque cumpla años y años, pueda hacer papeles de este tipo. En el primer musical que vi, 'La bella y la bestia', en 1992 en Madrid, pensé que yo quería estar ahí, sobre el escenario y sabía que podía porque tenía facultades pero tenía que prepararme. Me lo propuse y..., aquí estoy yo (ríe).