Cultura

El jerezano Castilla-Ávila estrenará en Alemania una ópera 'cervantina'

  • El compositor y guitarrista clásico es el autor del libreto y de la música de 'La Dulcinea de Don Quijote' · La obra estará protagonizada por la soprano Katharina Schwarz y dirigida por Alexis Soriano

El compositor y guitarrista clásico jerezano Agustín Castilla-Ávila estrenará el 13 de junio en Passau (Alemania), una ópera de cámara en dos actos llamada 'La Dulcinea de Don Quijote', basada en la novela de Cervantes, y de la que este joven artista es autor de la música y libreto. La obra contará con la presencia de la soprano Katharina Schwarz, el tenor onubense Enrique Adrados y el barítono Norbert Steidl. El director es Alexis Soriano, lituano-español, y la escenografía está a cargo de Katrin Artl. La orquesta será la prestigiosa OENM (Ensemble Austriaco de Música Contemporánea).

"La fantasía es una realidad". Éste es el mensaje de Don Quijote en esta obra, una ópera que es una colección de cartas y reflexiones sobre el amor, la fantasía y la realidad. Don Quijote, Sancho, Dulcinea, el caballero de la luna de plata, el viento..., narran cartas entre ellos sobre sus propias historias y perspectivas. "El mismo Don Quijote ya no es una fantasía desde que fue tomado por Cervantes del mundo de la fantasía a nuestro mundo real, lo que hace que pueda ver la vida desde una perspectiva diferente. Y si Don Quijote ve la realidad distorsionada sólo es debido al efecto del espejismo provocado por las llamas que arden en su corazón enamorado", comenta el compositor. "El amor no es ciego como siempre se ha dicho. Enamorado sólo se ven las cosas de otra manera. Don Quijote mira al cielo pero no reconoce ni la Osa Menor, ni Orión ni Géminis sino las constelaciones 'los Ojos de Dulcinea', 'Dulcinea durmiendo' o 'el Corazón de Dulcinea'", añade.

Para este prolífico músico jerezano, 'Don Quijote de la Mancha' "es la obra artística más profunda que he conocido hasta este momento. No he considerado justo hacer una obra meramente descriptiva de las aventuras que la mayoría de nosotros conocemos. Me he sumergido en el amplio mundo que nos sugiere Cervantes a través de esta serie de cartas. Al final de la obra, nos encontramos con el momento en el que Dulcinea recibe la perdida carta original de Don Quijote a ella". Y como no podía ser de otra manera, los molinos tienen un papel de especial protagonismo como observadores entre los dos mundos, siendo tres de las cartas reflexiones acerca de este tema. En este sentido, Agustín sigue la línea de Cervantes, que escribe en el prólogo del Quijote sonetos entre diferentes personajes del libro o que incluye su poesía a lo largo de la novela. "He intentado escribir esta obra lo más equitativa posible entre teatro y música. A pesar de que funciona muy bien como obra musical, la magia del teatro como plataforma entre los mundos mostrado en 'La Dulcinea de Don Quijote'. La guitarra y su amplio mundo tímbrico simboliza el carácter 'geográfico' de la obra. Incluye guitarra microtonal a sextos de tono y guitarra con scordatura a octava y tercera menor más grave. He tomado elementos musicales ligados a la figura de Don Quijote y los he mezclado con mi propio universo tímbrico", cuenta.

Los deseos de Agustín Castilla-Ávila son que esta obra se represente en algunos teatros españoles, e incluso en su tierra, "la verdad es que me haría mucha ilusión. Ya es hora de que en España se sepa lo que hago. Son ya muchos años los que llevo trabajando en la composición y los frutos se empiezan a ver", comenta el autor. Por lo pronto, el Teatro de la Maestranza de Sevilla acogerá en febrero de 2011 una obra sinfónica de Castilla-Ávila de la mano de Hansjörg Schellenberger.

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