Jerez/Día del libro

Atípico pero muy digno

  • Librerías y editoriales celebran el Día Internacional del Libro en casa con pedidos a domicilio y actividades en las redes sociales

  • El oficio habla de tiempo para reinventarse

Un repartidor recoge un pedido de la librería ‘La Luna Nueva’ de manos de su propietario, Cristóbal Serna.

Un repartidor recoge un pedido de la librería ‘La Luna Nueva’ de manos de su propietario, Cristóbal Serna. / Pascual (Jerez)

Una oportunidad buenísima para leer. Estar encerrados en casa pero, al menos, que sea leyendo. Y así se celebró este jueves el Día Internacional del Libro. Refugiados.

Pedidos para entregar en la Librería Agrícola. Pedidos para entregar en la Librería Agrícola.

Pedidos para entregar en la Librería Agrícola.

En la Librería Agrícola no han dejado de trabajar ningún día durante la crisis. Están a puerta cerrada pero con envíos a domicilio a través de su web y por teléfono. Como Día del Libro, y como es tradición, han aplicando un 10% de descuento. “Los libros se están vendiendo, nos mantenemos dentro de nuestra crisis habitual. Las ventas por Internet han subido y es que además nuestro catálogo es distinto, con libros peculiares, y eso nos diferencia...”, cuenta Félix Jiménez.

Julia Gómez, de ‘El árbol de las palabras’, ha llevado a cabo iniciativas en las redes como cuentacuentos y ha destacado la labor de la plataforma ‘todostuslibros.com’ creada desde Cegal que agrupa a las librerías, también a las más pequeñas, para ‘competir’ con los más grandes. Julia reivindica que las librerías existen durante todo el año, no sólo el Día del Libro, y ha hablado de ‘El pacto’, un escrito realizado entre editoriales, librerías y distribuidoras que reivindica la compra de libros a las librerías “para mermar esta crisis que estamos viviendo”. Destaca también la cercanía al cliente de las librerías, “creo que es lo que nos diferencia de las grandes superficies y plataformas. Yla frialdad de la redes sociales se suple con un trato cercano y un asesoramiento”. Una librería que realiza pedidos a domicilio en la medida de lo posible a través de distribuidoras.

En la librería El Laberinto aseguran que las ventas han bajado un 95%. Sólo hacen reparto a domicilio por la zona, “lo que nos da para pagar agua, luz gastos fijos..., pero para poco más. Lo que sí hay, obviamente, es un incremento de las ventas por redes sociales y también tenemos muchas llamadas de clientes para hacer consultas. Pero estar cerrados no da para mucho porque el verdadero trabajo del librero es el contacto con el cliente. Las redes están muy bien, es un mercado por explotar, pero nuestro punto fuertes es el contacto diario y cercano. Eso sí, la parte buena de las crisis es que habrá que reinventarse cuando se vuelva a la medio normalidad, que tardará”.

Alejandro Recio, de Bomarzo, cuenta que este día “lo estamos llevando bien, con el cariño del público, que nos llama e incluso se emociona por este tiempo que estamos viviendo y por no poder venir normalmente a la librería este día festivo”. Vínculos fuertes entre librero y público. “Tenemos la preocupación normal que tenemos todos en el país. Nuestro segmento es especialmente vulnerable, y esperemos que superemos las circunstancias tal como se hizo con la anterior crisis, como se pudo”. No han hecho ninguna campaña para vender online, están en la librería por las mañanas dando un servicio mínimo para recogidas, sin entrar en el establecimiento (los libros no se pueden limpiar como otros productos), peticiones telefónica y repartos a domicilio, “pero sólo desde que salió el último decreto que consideraba a los libros como artículos de primera necesidad, con la inquietud de ver pasar desde mi casa a la furgoneta de Amazon”.

Desde la librería ‘Alavera’ están fomentando desde su página de Facebook la lectura de libros, la felicitación del día... “Las actividades quedan previstas en principio para e 23 de julio, que es cuando se ha previsto que se celebre el Día Internacional del Libro. Hacemos pedidos a través de las redes sociales y nos piden muchas recomendaciones. Se puede decir que nos mantenemos por ello, aunque la venta ha bajado un 90% prácticamente. Y gracias a que muchas editoriales y distribuidoras negocian con nosotros y entienden la complejidad de este mundo, que vive al día. Esperamos que esto no se alargue mucho más en el tiempo”.

Cristóbal Serna, de la librería ‘La Luna Nueva’, señala que “el día es el día, aunque desde el punto de vista comercial se haya pospuesto la celebración al 23 de julio. Todo va encaminado a ello, pero lo que estamos tratando es de dignificarlo lo máximo posible, pero no hemos podido hacer nada más que recomendaciones por redes sociales. Es una forma de decir también que estamos ahí, aunque cerrados. Son todos buenos deseos pero las ganas casi que se están guardando para cuando se pueda retomar la actividad”. Están realizando pedidos a domicilio “porque los grandes gigantes se nos comen por día, no tienen problemas de ningún tipo. Y por nuestros clientes, un servicio para ellos. Es un servicio para ofrecer lectura a niños y mayores. No es para tirar cohetes pero es para decir que aquí seguimos”. Cristóbal también cree que habrá que reinventarse, “sobre todo con las actividades que estaban previstas. Las expectativas no son muy halagüeñas. Estamos pendientes de ver qué podemos ir haciendo, qué se nos permite y cómo. Saldremos adelante pero de otra manera, pero por el camino se quedarán librerías, editoriales, distribuidoras y trabajadores. Espero que a mí me toque seguir, tengo confianza en que saldremos adelante aunque en pequeño formato. El contacto con el cliente es lo que nos diferencia. Es gratificante que lleguen correos de ánimo todos los días que nos dicen que de ésta salimos juntos. Nos necesitamos”.

Desde la editorial ‘Tierra de Nadie', José Ruiz Mata apunta que están atendiendo peticiones por las redes sociales y a través de su web. “Yhacemos promociones mediante estos medios. Pero estamos al ralentí, a la espera”, asegura.

José Carlos Román es profesor y autor de cuentos infantiles, y en este Día del Libro ha realizado numerosas actividades en las redes, “reconvirtiendo esta fiesta pero sin perderla para que no se quedara en poca cosa y se celebrara desde casa. Pero lo cierto es que ha sido tremendo porque ha habido una propuesta masiva de iniciativas, de compartir vídeos por parte de Bibliotecas, directos, colegios para fomentar la lectura, entidades, ferias del libro online... Ha sido increíble, fabuloso”.

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