Echar vida a los años y no al contrario. Con esa filosofía, Arturo Cirera Mompou se puso el mundo por montera. Nació en 1918 en la calle Sol, muy cerca de la casa de Lola Flores. Su padre ejercía como médico en la ciudad y, de hecho, ayudó a doña Rosario a dar a luz a ‘La Faraona’.

Polifacético artista y famoso internacionalmente, Mompou es el protagonista de la obra ‘Adiós Arturo’ que ‘La Cubana’ presentó ayer en pleno Gallo Azul, ya que Jerez ha sido la ciudad elegida por la compañía catalana para iniciar su gira andaluza, tras rodar por el resto del país.

El público conocerá el verdadero guión de la vida de este escritor, pintor, escultor, coleccionista de arte, poeta, compositor musical, dramaturgo, actor y director ‘jerezano’, en una propuesta musical y teatral que se podrá ver desde hoy y hasta el domingo en el Teatro Villamarta.

Un total de seis funciones en clave de comedia, con números musicales, que cuenta de manera loca y divertida la parafernalia en torno a la defunción de este polifacético artista.

“Es un espectáculo teatral para reírse del muerto y de quien lo vela, de los lutos y los funerales”. Así ha definido Jordi Milán, director de ‘La Cubana’, el espectáculo ‘Adiós Arturo’. En plena calle, ‘La Cubana’ exhibió unos gigantescos loros. Su presencia -a modo de imagen del espectáculo- se explica porque el finado convivió durante sus últimos 40 años con este singular animal -de nombre Ernesto- a modo de mascota y, por este motivo, no sólo forma parte del argumento sino que es “el protagonista”, según Milán.

En ‘Adiós Arturo’ se arranca con el fallecimiento de Mompou. A través de su familia, amigos y allegados que estuvieron a su lado el público conocerá las luces y las sombras de este personaje y de su inseparable compañero el loro Ernesto.

Un momento de la presentación ayer de 'la Cubana' en el Gallo Azul

Pero, sobre todo, quienes asistan a este espectáculo descubrirán la hipócrita parafernalia teatral que rodea la despedida de una persona, utilizando los mismos conceptos y frases hechas desde siempre. Asimismo, se exhibirá la picaresca popular y “los intríngulis teatrales que rodean a este tipo de actos en los que todos participamos y tenemos asumidos como normales”, según el director de la compañía.

“Arturo no es amante de los funerales y quiere que el suyo sea una fiesta”, explicó. “Para ello, ha contratado a 'La Cubana' para esta despedida especial en el Teatro Villamarta”, añadió.

En ‘Adiós Arturo’ se aborda un tema muy teatral que, aun siendo triste y luctuoso como un entierro, “puede llegar a ser muy divertido”, en su opinión. A este respecto, aclaró que, “antes de ponernos manos a la obra, quisimos encontrar una fórmula que distanciara al espectador de cualquier recuerdo personal relacionado con el tema y creo que lo hemos logrado”.

La compañía catalana regresa al Villamarta once años después de aquel show cubanero que era ‘Cómeme el coco, negro’ y lo hace, como siempre, sacándole chispa y humor a ese otro teatro implícito en la vida cotidiana relacionados con la calle, la familia, el trabajo o en actos sociales como, por ejemplo, el funeral, asunto éste sobre el que versa su último montaje.