La música como camino a la libertad del alma

LA CRÍTICA · IV Tío Pepe Festival

Poveda emociona, de principio a fin, en dos horas de actuación

Un momento de la actuación el pasado sábado por la noche de Miguel Poveda en el Patio de la Tonelería.
Un momento de la actuación el pasado sábado por la noche de Miguel Poveda en el Patio de la Tonelería. / Vanesa Lobo
Juan Garrido

14 de agosto 2017 - 08:40

Su vinculación vivencial a Jerez hace de este concierto un encuentro sentimental en el que la naturalidad y la espontaneidad tienen cabida, sobre todo, a la hora de interactuar con el público a través de numerosos comentarios. Miguel Poveda, el todopoderoso cantaor badalonés que arrasa por donde pasa, mostró su "amor" a esta tierra "a la que tanto debo". Aún no era artista de éxito y en Jerez se le dio el sitio que iba buscando para escuchar y "aprender" de los grandes como "Luis el Zambo, Terremoto, El Mono, Fernando de la Morena, Diego Carrasco o Moraíto".

El flamenco sigue teniendo su sitio en el Tío Pepe Festival en un entorno en el que la música se ve perfumada por vinos amontillados. Si ya pudimos disfrutar de manera excepcional de Estrella Morente y José Mercé en ediciones anteriores, en esta ocasión se ha contado con uno de los artistas más universales con los que cuenta lo jondo. Cierto y sabido es que los registros musicales de Poveda no se mueven sólo en este ámbito sino que viaja por distintos géneros como la copla, la canción, el bolero o cualquiera que se proponga. En la noche del pasado sábado llevó a escena un formato con el que ya lleva tiempo triunfando y en el que intercala estos perfiles donde se mueve como pez en el agua.

Entradas agotadas para acoger en el Patio de la Tonelería a un artista que sigue 'evangelizando' el flamenco ante un público poco hecho y acostumbrado a escuchar una seguiriya. Es uno de los aspectos más positivos a destacar de Miguel, pues bien pudo ahorrársela al saber que no era precisamente lo que buscaba el respetable, pero insiste en defender al género que le dio la fama hace dos décadas. Eso sí, en cada tercio estaba el aire de Jerez. Antes de entrar de lleno en el cante grande paseó con su voz los textos y poemas de Miguel Hernández, con 'Para la libertad', Federico García Lorca, con 'El poeta pide su amor que le escriba' amén de un popurrí que homenajea al poeta granadino, Rafael Alberti, con la interpretación de 'Guerra a la guerra por la guerra', o los versos del 'No volveré a ser joven' de Jaime Gil de Biedma, pues recorrió con éxito algunos de los títulos que recoge su trabajo 'Sonetos y Poemas para la Libertad'.

Volvió a refrendar su intachable trayectoria por malagueñas, rondeñas, verdiales y abandolados en una muestra de dominio y control de su garganta. El público disfrutó sobremanera con los estilos más rítmicos como los tangos extremeños y de Triana, con su particular baile que tanta gracia hace, literalmente, o en las alegrías y bulerías de Cádiz. No tuvo tanta intensidad la bulería dedicada a Lole y Manuel en la que el público parece que desconectó un poco, pero el acierto llegó al acordarse de Juan Peña 'El Lebrijano' con 'Dame la libertad'. Por bulerías salió inesperadamente Antonio 'El Pipa' quien se marcó una pincelada sobrada de compás y arte. También vimos en su mejor faceta a 'El Londro', siempre acompañando a Miguel.

En la última parte recordó algunas coplas que tan popular lo hicieron con el acompañamiento impagable del gran Joan Albert Amargós al piano. ¡Cómo no! Tuvo que recordarnos que en Jerez han nacido algunos de los mejores compositores de este estilo como Antonio Gallardo o Manuel Alejandro, este último presente entre el público y a quien dedicó 'Mi amante amigo' y 'Voy a perder la cabeza por tu amor'. No faltó 'A ciegas', 'Último minuto' y 'Vente tú conmigo'. A pesar de llevar dos horas largas en el escenario el público seguía disfrutando como al principio pero debía despedirse para que los comensales se sentaran a la mesa, y lo hizo con la 'Leyenda del tiempo' de Camarón ante un nuevo éxito de un artista polifacético, que no olvida sus orígenes y que siempre canta, que no grita, a la libertad del alma de cada ser.

Miguel Poveda ****

IV Tío Pepe Festival. Cante: Miguel Poveda. Guitarra: Jesús Guerrero. Palmas y Coros: Diego Montoya, Carlos Grilo y El Londro. Batería: Antonio Coronel. Percusión: Paquito González. Piano: Joan Alberto Amargós. Lugar: Bodegas González Byass (Patio de la Tonelería). Fecha: Sábado, 12 de agosto. Aforo: Lleno.

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