Terror, EE UU, 2011, 92 min. Dirección: Jim Sheridan. Guión: David Loucka. Intérpretes: Daniel Craig, Rachel Weisz, Naomi Watts, Marton Csokas, Elias Koteas, Jane Alexander. Fotografía: Caleb Deschanel. Música: John Debney. Cines: Bahía de Cádiz, Bahía Mar en El Puerto, Ábaco San Fernando, Yelmo Jerez, Ábaco Jerez, Cinesa Los Barrios.

No debe sorprender que Jim Sheridan haya pretendido retirar su nombre de este churro (aunque habría que preguntarse qué, además de un cheque, le incitó a dirigir esta historia tan estúpida como tramposa).

Porque Detrás de las paredes marca el punto más bajo de una carrera que fue interesante entre 1989 y 2002 -desde Mi pie izquierdo hasta En América, pasando por El prado, En el nombre del padre y The Boxer- para después ir bajando peldaños en los diez años siguientes. Hasta acabar en este sótano.

Una familia feliz va a dejar de serlo tras renunciar él a su bien remunerado trabajo como editor para dedicar más tiempo a su mujer y dos dos hijas en la que creen que será la casa de sus sueños. Un crimen antiguo empeñado en volver convierte en una pesadilla el sueño. Y para colmo las dos niñas apuntan maneras de Anne Germain.

Esto, tan trillado, no es lo peor. Lo peor llega con la pretensión de originalidad, cuando el disparatado guión perpetra un golpe de efecto de esos que, pretendiendo ser espectaculares, condenan la película al absurdo. Situada en este callejón sin salida más o menos en su mitad, rueda hasta su final por el precipicio del efectismo sin sentido. El compositor John Debney hace lo que puede para que la cosa dé miedo o siquiera tenga suspense. Pero no lo logra, por mucho que dejara estresados a los violinistas.