Opinión

Tres pequeñas-grandes publicaciones flamencas

LO  de tres-pequeñas grandes publicaciones –mejor joyas- flamencas responde a que, la pequeñez está referida exclusivamente al volumen de cada una de ellas y su grandeza consiste en el acierto de poner en manos del lector-observador los trabajos que ediciones P. Martín dedica –en orden de aparición-, a “Aurora la Cujiñí” ¿o Cujiñi? –bailaora- para la Serie Flamencos del Más allá que anuncia el volumen 2 con el titulo “Las psicofonías de Silverio”; “Usos y costumbres de los gitanos” y “Estampas flamencas”, obras respectivas de Robert Bontine Cunninghame Graham, Gustavo Doré y Capuletti, gracias a la inquietud de Joaquín Carrera Moreno, primer director de la que fue Fundación Andaluza de Flamenco –hoy Centro Andaluz de Documentación del Flamenco-. En la actualidad Joaquín Carrera continúa perteneciendo a dicha institución, ocupado –junto a la documentalista Ana María Tenorio- en recuperar para el propio archivo del CADF y en ocasiones para su propio solaz y el de quienes gustamos de disfrutar de sus “inventos”, trabajos como los reseñados. 

El primero de los tres ejemplares citados es un opúsculo en el que se narra la presumible historia -¿realidad, ficción?- de una bailaora conocida como Aurora la Cujiñí, añorada por la parroquia del Café del Burrero sevillano –en el que se centra la historia y del que se reproduce una imagen, fechada en 1885, con su cuadro flamenco-. Un viejo gitano –narra el autor-, “gritando una y otra vez como un chiquillo, celebraba la intervención de la imaginada bailaora con las siguientes jaleadoras frases: “No hay más que un Dios, no hay más que una Cujiñi”.

La publicación referida a Gustavo Doré ofrece una colección de láminas sobre “Usos y costumbres de los gitanos”, reproduciéndose mediante las mismas algunas escenas de baile y guitarra, aún cuando el mayor número de las mismas se centran en escenas de gitanos trashumantes, cuevas, tabernas y bandolerismo.

“Estampas flamencas” (1959-1965) es el título que reproduce trabajos del vallisoletano José Capuletti Lillo del Pozo, “Capuletti”, Premio Nacional de Flamenco a las Artes Plásticas por la Cátedra de Flamencología de Jerez en 1970, centrados exclusivamente en rostros de algunas de las más sobresalientes figuras del arte flamenco: “El Nitri”, Enrique Ortega Díaz “El Gordo”, don Antonio Chacón, Juanito Mojama, Pastora Pavón “Niña de los Peines”, Tomás Pavón,, Carmen Amaya, Melchor de Marchena, Antonio Mairena, Bernarda de Utrera, y Antonio Montoya “Farruco”.

“Capuletti” dejó escrito, después de haber realizado un total de 40 trabajos, lo siguiente: “El cante me mete dentro de la pintura, y prueba de ello es la colección de retratos de cantaores –además de los reproducidos en la publicación referida los de Juan Peña “El Lebrijano” y Antonio Núñez Montoya “Chocolate” entre otros hasta completar el citado número-, que fueron el resultado de mis vacaciones andaluzas. Empecé escuchando cante, y de repente me encontré con una maraña de cuarenta retratos a mi alrededor”. Al margen de sus retratos flamencos, “Capuletti” realizó decorados y figurines de coreografías para las compañías de Pilar López, José Greco, Vicente Escudero y Luisillo, entre otros. Cada uno de los ejemplares referidos es edición privada, no venal.

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