Cultura

Lo que la realidad procura

PROBABLEMENTE sea esta la última exposición que la actual Delegación de Cultura promueva en esta sala Pescadería, que casi todos consideran la de más interés museográfico de la ciudad y la que yo no cambio para nada por aquella otra existente en el antiguo Callejón de los Bolos con unas infinitas posibilidades, pero con urgentísima necesidad de renovación para quitarle las muchas fealdades y adecuarla a las modernas necesidades expositivas. Una exposición de Pepe Basto va a servir para que se ponga fin a un periplo y se abre las expectativas para un futuro que no sabemos muy bien que nos puede deparar en materia artística; nos conformamos con que, desde las máximas instancias, dejen trabajar sin impedimentos y se adecuen los medios para que la realidad sólo tenga una vía y no los que la arbitrariedad y la sinrazón procuren.

A Pepe Basto no se le va a descubrir a esta altura, su trayectoria de muchos años lo avalan como un firme actuante de nuestro panorama plástico y un profesional de los más destacados de esta ciudad. Además la pintura de Pepe está en la mente de todos y poco comentario necesita. El autor es un pintor dotado de una de las más rotundas bases pictóricas que lo capacitan para enfrentarse a cualquier situación. Si él ha adoptado el camino que todos conocemos es porque así lo ha querido y porque está convencido de que, por ahí, es por donde debe caminar y por donde sus demandantes así lo quieren. Por eso, esta exposición de Pepe Basto viene a clarificar muchas cosas: nos conduce por los territorios de un profesional absoluto, poseedor de un credo pictórico convencido y convincente y que además de sus consabidos registros artísticos, acertada traslación de la realidad más inmediata, es capaz de afrontar otro tipo de pintura donde intervienen otras serie de factores menos redundantes de lo cotidiano y más abiertos a otras consideraciones; consideraciones plásticas y estéticas.

La exposición de Pescadería yuxtapone a los habituales ejercicios pictóricos de Pepe Basto; esas muestras de paisajes excelentes, con unas viñas poseedoras de los más rotundos argumentos pictóricos, nuevas situaciones que oscilan entre unos paisajes urbanos de connotaciones surrealistas, a determinantes ejercicios pictóricos donde la realidad ha perdido todo su poder ilustrativo y ha buscado nuevas rutas por donde manifestar un expresionismo esencial y matérico que desarrolla todo un máximo poder plástico.

Esta nueva exposición nos sitúa ante las contundentes posiciones artísticas de un Pepe Basto que, además, nos descubre que su pintura es la que es porque él quiere que así sea. Sus conocidos argumentos paisajísticos, donde las viñas, las cepas y todo aquello relacionado con un paisaje cercano son episodios de una historia artística mucho más amplia; una historia que él escribe y le da forma a su antojo; pero que desentraña muchos más desenlaces.

Cierre de ejercicio en La Pescadería Vieja. Buena exposición que llega a todos por su completo ideario estético. Esperemos que, allá por junio, cuando el pueblo haya dicho lo que tenga que decir, se deje trabajar a quien tiene que trabajar - la Delegación de Cultura - para que la realidad expositiva de esta ciudad brille con más esplendor de lo que algunos han querido.

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