La academia, hoy

La religiosidad medieval en Jerez y su comarca

La Real Academia de San Dionisio de Ciencias, Artes y Letras acogerá esta tarde noche, a las 20,00 horas, y en su sede social de calle Consistorio número 13, la ponencia titulada 'La religiosidad medieval en Jerez y su comarca durante los siglos XIII y XIV' que dictará el historiador y miembro del Centro de Estudios Históricos Jerezanos Javier E. Jiménez López de Eguileta. Será presentado por el académico de número de esta real corporación Francisco Garrido Arcas. El Occidente medieval, ligado tan intrínsecamente en su constitución desde las postrimerías del mundo romano al Cristianismo apostólico, se erigió en auténtico y absoluto paradigma de la profesión de fe católica, mientras que su sociedad permanecía a lo largo de los siglos vinculada de forma indisoluble a la Iglesia, bajo cuya disciplina se situó. Este fenómeno revistió singulares rasgos en cada nación europea, pero en el caso hispano su desarrollo se vio especialmente determinado desde muy tempranas fechas por una realidad superior que envolvió la vida de los distintos reinos peninsulares: la invasión musulmana y el consecuente proceso de Reconquista. Al igual que el funcionamiento de los distintos mecanismos de gobierno eclesiásticos -en clara sintonía con los civiles-, la religiosidad de los fieles cristianos españoles se encontró fuertemente afectada por un estado de permanente inquietud ante los continuos ataques islámicos, que hicieron de la Frontera el mejor escenario para el surgimiento de formas propias de expresión religiosa. En la Corona de Castilla la situación llegaría al paroxismo en un lugar y en un momento precisos, como lo fueron la zona gaditana-xericiense durante los siglos XIII y XIV.

Allí y entonces la sociedad repobladora hubo de vivir en una de las zonas más inseguras de toda Castilla y, por lo prolongado de la situación, vio surgir en ella una forma de religiosidad propia que caracterizó a sus gentes hasta que el panorama político y económico cambió, cuando en los albores del siglo XV la raya fronteriza se desplazó de forma definitiva y la población creció en un nuevo estado de vida. Qué duda cabe que en estas circunstancias la religiosidad aparecía en unos modos más acusados que en otras partes del reino, pues aquí sólo una vida de fe profunda, que identificaba al repoblador con un agente evangelizador, podía sostener el espíritu de los pobladores, que veían en todo tiempo y lugar la desolación, el miedo y las afrentas que les infligían los musulmanes del otro lado de la Frontera. De todo ello se abundará hoy en la Real Academia de San Dionisio en una sesión de entrada libre y gratuita hasta completar aforo.

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