A pesar de los tiempos tan difíciles que corren para todos, muy en particular para los artistas, el tenor jerezano Ismael Jordi ha vivido la última semana de noviembre de una forma muy emotiva e intensa.

El 24 de noviembre participó junto al pianista Rubén Fernández en el concierto de homenaje a su maestro, el tenor Alfredo Kraus, con motivo de su cumpleaños, en la Fundación Auditorio y Teatro de Las Palmas de Gran Canaria. Una cita que organizan desde hace unos años la familia del cantante y la fundación internacional que lleva su nombre.

Jordi no había podido participar en las ocasiones anteriores por problemas de agenda y por eso fue un momento muy especial para él. "Fue un concierto muy emocionante, muy bonito, duro, porque canté la primera parte ópera con los títulos más emblemáticos de Alfredo Kraus y la segunda parte, títulos emblemáticos de la zarzuela", ha explicado a este Diario.

El jerezano añadió que para él fue muy fácil hacer el repertorio "porque el 99 por ciento del programa que hago es el que hacía él". Especialmente emotivo fue comprobar que en el teatro estaba toda la familia de Alfredo Kraus", en cuya casa natal pudo estar un día antes del concierto y también participando de una ofrenda floral ante el monumento del tenor canario en Vegueta.

Jordi y Fernández, en la ofrenda floral ante el monumento a Kraus en Vegueta.

En los bises, Ismael cantó una canción, 'Del cabello más sutil', que Kraus cantaba en todos los conciertos y que hasta hace poco el jerezano no sabía que la cantaba porque a su mujer, Rosa Ley Bird, le gustaba mucho.

Para terminar, Jordi cantó un pasodoble de las Islas Canarias que es un himno en Las Palmas y que puso el teatro boca abajo.

La semana de emociones continuó en Madrid el día 28 de noviembre, en el Teatro de Zarzuela, en una cita muy importante en su carrera porque era la primera vez que cantaba allí en un concierto en solitario, "toda una responsabilidad". Fue un concierto programado, como corresponde a la zarzuela, todo con repertorio español. Sin embargo, el tenor jerezano cambió el último los bises porque ese día se anunció que el palco número 6 del Teatro de la Zarzuela llevaría el nombre de Alfredo Kraus. "No había forma mejor de terminar una semana muy bonita", confiesa Jordi, que canto muchas romanzas de zarzuela.

Llegado el momento de los bises, en el primero le hizo una dedicatoria a su paisano el compositor Manuel Alejandro, cantando 'Se nos rompió el amor', el mismo día que en Jerez se celebraba el homenaje en el Teatro Villamarta. 

"Y fue decir el nombre de Manuel Alejandro y se caía el teatro", comenta Jordi, feliz porque las críticas de ambos conciertos han sido unánimemente positivas. La de Madrid fue, en sus palabras, "una de las noches más bonitas que he vivido desde que canto, no sólo por lo emotivo que era, sino porque cuando salía al escenario, sin haber siquiera cantado, la gente me dio un aplauso con el que yo notaba algo. Quería empezar a cantar, había llegado el pianista, y no me dejaban, la gente continuaba aplaudiendo". En definitiva, una forma de considerar que "en Madrid se me está dando mi sitio".

Aunque se trataba de un teatro de zarzuela, el jerezano tuvo el gesto de cantar el 'Werther' de Jules Massenet en homenaje al maestro Kraus porque, como se ha dicho, ese día le ponían su nombre al palco número 6. Cuando cantó 'Bella Enamorada', una romanza que suele interpretar bastante, se la dedicó a Teresa Berganza, la soprano, también maestra suya, que no pudo acudir al concierto a sus 85 años y con la que Jordi estudió cuando murió Kraus.

Al concierto en el Teatro de la Zarzuela asistieron, entre otras personalidades, la vicepresidenta Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos; la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González; el ex ministro y comisario europeo Joaquín Almunia; el director de escena Lluis Pasqual; y la actriz Marisa Paredes.