El talento de Andrei Gavrilov, una lección magistral al piano

Juan Manel Sainz Peña

09 de febrero 2008 - 05:00

Piezas de Chopin, Rachmaninov y Prokofiev, serán esta noche, a las nueve, herramientas para el ruso Andrei Gavrilov, que se subirá al escenario del Teatro Villamarta para dar un concierto incluido en el abono de la temporada y que a buen seguro será una lección magistral al piano.

Nacido en Moscú durante una época difícil, tuvo en su madre a su primera maestra. Apenas con la mayoría de edad cumplida, ganó el primer premio en el Concurso internacional Tchaikovsky de la ciudad moscovita. No obstante, la oportunidad de su carrera le llegó al tener que sustituir al pianista de Ucrania Sviatolav Richter nada menos que en Festival de Salzburgo, y que supuso para Gavrilov el aldabonazo de salida de una carrera musical internacional imparable.

Han pasada ya tres décadas desde que debutara, también con notable éxito, con la Orquesta Filarmónica de Berlín, lo que le llevó después a realizar una gira por toda Europa que le abrió, a su vez, las puertas para tocar con las principales orquestas del mundo.

Todavía así, su carrera sufrió un parón en 1980 se cerraron las puertas de la ya extinta Unión Soviética hasta que, cinco años más tarde, fue el propio Gorbachov el que autorizó su salida del país, convirtiéndose de esta manera en el primer artista soviético que pudo vivir en Occidente sin tener que recurrir al asilo político.

Las posibilidad de actuar en América vino tras su estreno en el Carnegie Hall de Nueva York en 1985, donde fue alabado de manera unánime por la crítica.

Andrei Gavrilov ha tocado a las órdenes de, ente otros directores de orquesta, Claudio Abbado, Ricardo Muti, Lorin Mazel o Daniel Barenboim. El 1989 la academia Chigiana de Siena lo nombró como el mejor pianista del mundo

El ruso Gavrilov nació en Moscú en 1955. Se ha hecho famoso por su enorme técnica y su estupenda especialización en los compositores de Rusia.

Como curiosidad, hay que destacar que el músico detesta el término pianista, a pesar de ser considerado por la crítica y por el público uno de los mejores del mundo.

Gavrilov es conocido por su técnica depurada y su especialización destacada en compositores rusos. En España siempre se ha ensalzado su fuerza, su genio y esa perfección que le ha ha llevado a lo más alto de la interpretación pianística.

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