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Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

¿Campeón del mundo de qué?

Soberbia vs humildad

Cuando el atleta estadounidense Noah Lyles, tras proclamarse este verano campeón del mundo de los 100, 200 y 4x100 metros lisos en Budapest, expresó, tirando de ironía, el nivel de soberbia existente en el deporte de su país utilizando la frase de "¿Campeón del mundo de qué?" para referirse al apelativo que se autoimponen los equipos ganadores de la NBA, no se esperaba las altaneras reacciones de algunas de las estrellas del basket americano.

Kevin Durant fue el primero en mostrar su altivez: "Que alguien ayude a este hermano" dijo refiriéndose a Lyles; o Damian Lillard, que fue más contundente y breve en su opinión: "TF" abreviatura de The Fuck. Lo que vino a demostrar precisamente lo que había señalado Noah, cuánto sentimiento de superioridad y desprecio hacia el resto de los mortales tiene, por lo general, el personal en Estados Unidos.

Es cierto que un puntito de engreimiento, de orgullo o arrogancia es necesario para ser competitivo en el deporte de elite, pero como en la vida, ese puntito debe ser el justo, no más allá del que te lleva a respetarte, lo que denominamos amor propio. Porque como ya he expresado en más de una ocasión, la mayor parte de nuestras vidas van a estar marcadas por las derrotas, los fracasos, frustraciones o desengaños. Frente a ese denominador común vital, la soberbia te lleva a la oscuridad más absoluta.

En oposición a estas actitudes nocivas, en el deporte y en la vida, se puede cultivar la humildad. Sirva de ejemplo de esto que hoy escribo las palabras del joven tenista murciano Carlos Alcaraz tras ser eliminado por el ruso Medvedev en el US Open: "No soy lo suficientemente maduro para manejar este tipo de partidos así que tengo que aprender de eso" para finalizar sentenciando: "Me hubiera encantado jugar una final contra Novak, pero Daniil se merece más que yo estar en esa final, no hay nada más que decir".

Este tipo de declaraciones, tanto las de Lyles como las de Alcaraz, ponen de manifiesto cual es el camino a seguir. El respeto, la humildad, el esfuerzo, la superación son los valores que se deben inculcar a los jóvenes deportistas en su clubes, por sus entrenadores. Solo así llegarán a buenas personas y, a lo mejor, a campeones.

El mundial de baloncesto curiosamente ha retratado a los NBA y su soberbia desmesurada y nociva. Justo antes del inicio de la segunda fase de grupos se le preguntó a una de sus estrellas, Anthony Edwards (numero uno del draft de 2020) qué opinaba de sus rivales más inmediatos (Montenegro y Lituania) a lo que el jugador contestó de forma despreciativa: "No estamos realmente preocupados por esos tipos". La realidad fue que lo tuvieron muy complicado para ganar a Montenegro (85-73) y perdieron contra Lituania (104-110). Pero ahí no acabó la cosa, ya que fueron derrotados en semifinales frente a Alemania (111-113) y en la lucha por la medalla de bronce frente a Canadá (118-127).

Así que más de uno se estará todavía preguntando eso que dijo Noah de ¿campeón del mundo de qué?

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