Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Catenaccio

Las circunstancias obligan a jugar a la defensiva

En la previa frente al Betis, Álvaro Cervera dijo tras analizar las goleadas que había encajado el Cádiz recientemente y tras el empate frente al Barça que “si nos meten un gol, tenemos que seguir atrás” en vez de buscar el empate.

Es la quintaesencia del catenaccio, un estilo que durante años dio resultados tanto a nivel de selección como de clubes en Italia. Primero defensa, segundo defensa y luego, ya si eso, igual una contra para ganar o empatar el partido. Esa forma de jugar siempre ha sido despreciada, sobre todo por parte del que sufría en sus carnes ese estilo y luego salía derrotado. Es algo así como el antifútbol.

Por el contrario, desde la Holanda del 74, conocida por la Naranja Mecánica, dirigida por Rinus Michels y capitaneada en el campo por Johan Cruyff, pasando por el Dinamo de Kiev de Lobanovski, hasta llegar al Barça de Guardiola, el fútbol de ataque ha sido admirado y aplaudido por el aficionado.

Pero una cosa es el estilo de juego, la concepción que uno pueda tener del fútbol, lo que de manera inevitable te lleva a ser más o menos ambicioso o arriesgado, y otra cosa bien distinta ser consciente del poder de influencia que tienen las circunstancias. Aquí podemos recordar la frase de Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias”.

Hay momentos en que las circunstancias del partido, una lesión de un jugador, una expulsión, un penalti, una tangana en el campo, una tormenta, el mal estado del terreno de juego... deberían obligar a un buen estratega a cambiar la forma de jugar. A lo mejor eres muy ofensivo y si eres capaz de entender que las circunstancias del momento requiere, debes echar el equipo atrás o, al menos, reforzar la defensa. Al revés también se puede explicar, echar un equipo al ataque cuando ya está todo perdido.

Si sale bien, normalmente se habla de que tal o cual entrenador, supo leer perfectamente el partido y es un gran estratega. Si sale mal, se habla entonces de que perdió traicionando su estilo. Pero eso tiene una explicación muy capitalista, el resultado final condiciona el análisis del público en general. Pero con independencia del resultado, los grandes estrategas son los que tienen la capacidad de contar con las circunstancias para modificar su forma de afrontar un partido o una batalla.

Cuando escuché a Cervera decir lo que dijo me dio que pensar, luego me lo aclaró todo cuando señaló: “Un segundo gol nos deja fuera, así que tenemos que estar (con opciones) en el partido”. Estamos viviendo en estos tiempos los peores momentos de nuestras vidas, al menos de manera colectiva.  Seguro que a la gran mayoría de nosotros nos gusta el fútbol bonito, vistoso, alegre. Seguro que nos encanta salir con los amigos, disfrutar de la Semana Santa, de la Feria, de los Carnavales, de un concierto de música, de bailar en una fiesta... pero tenemos que jugar este partido al estilo italiano. Ya habrá tiempo para salir, pero por ahora debemos vivir a la defensiva, porque el Covid ha demostrado que juega al ataque y suele ganar por goleada.

Como me dijo un buen aficionado al carnaval: Sigamos el ejemplo del emérito, que está poniendo todo de su parte para poder estar en su casa, que es donde toca estar.

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