Los nuevos trenes de cercanías previstos para Asturias y Cantabria no caben por los túneles. ¿Cómo puede ser posible en la época del Diseño Gráfico Asistido, las simulaciones informáticas hiperrealistas y hasta el metaverso?

Una auténtica chapuza lo que, según la RAE equivale a un "Trabajo hecho mal y sin esmero", teniendo el término en Latinoamérica coloristas sinónimos como chafa, churro, changa, mateo, ñapa, pituto, pololo, y hasta el malsonante (y puede que maloliente) peorrada. Enseguida han surgido los chistes fáciles: "¿Pero la reducción de trenes no era de frecuencias?", "Viene un túnel, ¡agáchense!", etc.

Por aquí también tenemos chapuzas. Como el embalse de Montejaque (Málaga) en el que, después de terminado, pudo comprobarse que el terreno no era capaz de retener el agua y esta se perdía. Aquí en Jerez hemos tenido el Palacio de Congresos junto al hospital, que ya no se ve porque lo han derribado (añadiendo costes). Y en El Puerto, hasta hace poco era posible ver en la carretera de Sanlúcar restos de nichos de un cementerio que, según se cuenta, nunca se usó porque los cuerpos no se descomponían. Menos mal que, al parecer, probaron con un perro. Y también en El Puerto tenemos el mucho más reciente del aparcamiento en Pozos Dulces - empezado y no concluido- que se está disimulando con muros y macetas diversas.

La proliferación de viviendas ilegales en Andalucía no deja de ser otra chapuza social y política. Ojalá no haya un terremoto como en Turquía, donde las viviendas sin control han sido las más dañadas.

Me niego a pensar que la chapuza sea algo inherente a nuestra cultura, pero… vemos demasiadas. Se siguen haciendo muchas cosas sin cuidado, sin preparación, sin rigor. Quizás la clave está en que en España rara vez las chapuzas se investigan a fondo señalando responsables. Y acabamos pagando todos.

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