Las sanciones impuestas empujan a Rusia al borde del abismo financiero y bancario. La expulsión de Rusia del sistema internacional de transferencias Swift, el bloqueo de las reservas de divisas , la exclusión de la deuda rusa de los mercados internacionales, la intervención de los activos de los oligarcas rusos, la suspensión de los vuelos internacionales, entre otras sanciones, han sido un golpe letal que ha dejado a Rusia aislada del resto del mundo. Al día siguiente el rublo se desplomaba un 30%, la bolsa rusa se cerraba, se iniciaba una intensa fuga de capitales, varias multinacionales anunciaban su salida de Rusia y algunos países y muchas multinacionales suspendían sus relaciones comerciales y financieras.

El hundimiento del rublo provocará el empobrecimiento de Rusia y la reducción del valor de sus activos, se encarecerán las importaciones de bienes y servicios y se disparará la inflación. Rusia esta abocada a una gran recesión e hiperinflación. La huida de capitales creará problemas de liquidez y financiación externa agravando la caída del rublo. La expulsión del Swift bloqueará los ingresos del comercio exterior, el 40% del PIB. La expulsión de la deuda pública de los mercados dificultará la financiación del presupuesto público del ejército ruso. Las sanciones bloquearán la financiación externa y la liquidez de los bancos rusos, frenarán el crédito y aumentará la morosidad y la quiebra de bancos. Mastercard ha anunciado la suspensión de las tarjetas de crédito en Rusia. El pánico bancario acecha. Los ciudadanos hacen grandes colas en los cajeros automáticos para poner a salvo su ahorro. En las próximas semanas podríamos asistir a un corralito bancario. El Banco Central Europeo ha comunicado que las filiales europeas del Sberbank, el mayor banco ruso, han entrado en suspensión de pagos por fuga de depósitos.

Por otra parte, el bloqueo de las reservas de divisas Impide al Banco Central Ruso utilizarlas para mantener el tipo de cambio del rublo. Para frenar la salida de capitales ha subido los tipos de interés hasta el 20%, lo cual frenará el consumo y la inversión provocando una gran recesión. Para para frenar la fuga de capitales se ha obligado a las empresas exportadoras a la conversión en rublos del 80% de las exportaciones. Se ha prohibido a los brokers ejecutar ventas de activos en rublos.

Esta guerra no beneficia a nadie. El precio de la energía y las materias primas se ha disparado y las bolsas están cayendo. El BCE se verá obligado a posponer la subida de los tipos de interés y la Eurozona a posponer la restauración de las reglas fiscales. Pedro Sánchez se está planteando posponer la subida de impuestos. Por primera vez el BCE ha citado la estanflación como escenario posible. Putin no esperaba tan potente respuesta unitaria de Europa y capacidad de asumir sacrificios en la defensa de la seguridad y la democracia europeas. Putin está acorralado. La hiperinflación, el paro y la pobreza pueden provocar un conflicto social a gran escala que acabe con su poder, en un momento en el que los oligarcas , penalizados, le abandonan. Las finanzas habrían vencido a los tanques. Veremos, los autócratas mesiánicos, acorralados y sin salida, es cuando son más peligrosos.