Don Antonio Morales Moreno, en nuestro recuerdo

Recientemente ha fallecido tras una larga y dura enfermedad el que fuese Hermano Mayor de nuestra Hermandad de Cristo Rey, Ntra. Sra. de LA Estrella y San Juan Bautista de la Salle, don Antonio Morales Moreno.

Ha sido una persona muy querida en nuestra Hermandad. Un cofrade que lo vivía intensamente, cuando ha podido hacerlo, y en la que desempeñó el cargo de máximo dirigente de nuestra corporación, antes de pasar por algunos otros cargos de la Junta de Gobierno.

Siendo muy joven entró en la Hermandad en la época en que se fundaba nuestra Institución. O sea, que fue uno de los hermanos fundadores de la misma, acompañado de otros amigos que le han durado toda la vida en la Hermandad siendo un nexo de unión entre ellos que ha durado siempre.

Nunca podré olvidar que, a mí, Antonio, siendo muy joven, me dio la entrada en la Junta de Gobierno de la Hermandad, como oyente, acompañado de otros amigos de nuestra época, pero haciéndonos participes de la alta responsabilidad de dirigir los destinos de nuestra joven corporación con pocos años de su fundación.

Antonio, creo yo, que ya estaba adivinando que algunos de nosotros y otros de sus amigos de su época, podíamos tener la oportunidad de ocupar algunos de los puestos responsables de los diferentes cargos de una Junta de Gobierno. En mi opinión se puede decir que fue un adelantado de aquel tiempo al darse cuenta de que los jóvenes eran los que tenían que ir formándose y preparando para que con el tiempo pudiese coger el timón de la Hermandad.

La Hermandad le debe mucho a Antonio, porque aparte de que se dio cuenta, con una clarividez suspicaz, que era necesario dar entrada a jóvenes en la Junta, y que una vez que ya teníamos a Ntra. Sra. De LA Estrella se lanzase, siendo él Hermano Mayor, junto a compañeros de Junta tales como Pepe, Rodolfo, o Miguel, a hacer realidad el sueño de ver a la Virgen de la Estrella procesionar por las calles de Jerez en el año 1969. Aquello, que tanta ilusión nos inundó, fue la primera piedra de lo que hoy en día podemos disfrutar y ver con el paso de palio de Ntra. Sra. de la Estrella.

Antonio tenía un carácter afable, amigable, dialogante, afectuoso, y con un gran amor que siempre puso en práctica y que nos sirvió de ejemplo a muchos, por su Hermandad, y un inmenso amor y dedicación por su familia, por su mujer Beli, y sus hijos Antonio, Francisco, Maria Isabel y Mari Carmen. También a ellos les inculcó su amor y devoción hacia Cristo Rey y Ntra. Sra. de la Estrella. Y no sólo a ellos, sino a muchos cofrades de nuestra Hermandad.

Antonio, que nos ha dejado un gran legado a lo largo de su trayectoria en nuestra Hermandad, ha vivido y predicado siempre con el ejemplo de ser una persona con un profundo sentido de cristianismo, de amor y devoción hacia Cristo y Maria y de amor a nuestros Sagrados Titulares.

Antonio siempre fue un gran profesional en su trabajo. Siempre dispuso todo su conocimiento y preparación por el bien de nuestra Corporación, además de su modelo de persona honrada, trabajadora, eficaz y con un carácter ejemplar de bonhomía inmejorable, enseñándonos muchas cosas que luego nos ha hecho necesario en la vida.

Nunca te olvidaremos querido Antonio, y siempre te recordaremos por tantas cosas que hiciste por nuestra Hermandad y que serían muy largo el detallarlo, además del bien que has repartido sin mirar a quienes lo hacías

Especialmente a ti y a los que recientemente los ha llamado Cristo Rey a su lado y a todos de los que nos acordamos y echamos en falta en estos tristes momentos. En los días de octubre en los que, si Dios quiere, viviremos, sabremos que tú y los demás estaréis más cerca de la Virgen que nosotros en el momento de su Coronación Canónica, No nos olvidéis y rezad ante ellos por nosotros, por nuestra Hermandad, por nuestra familia, y que nunca nos abandonen de su lado.