El asma es uno de los trastornos crónicos más frecuentes que sufren unas 235 millones de personas en el mundo y dos millones en España. Aunque aparece a cualquier edad, suele comenzar en la infancia y hasta un 75% de los casos tiene un origen alérgico. Se trata de una enfermedad respiratoria en la que se produce una obstrucción de los bronquios. Como consecuencia resulta más difícil que el aire entre y salga de los pulmones y produce síntomas como sensación de falta de aire o disnea, tos y sibilancias, un silbido que se escucha al respirar.

Para hablar más a fondo sobre esta enfermedad, acude a ¿Qué me pasa doctor? José María Echave, Jefe de Neumología del Hospital Quirónsalud Madrid. Me comenta que, aunque existen tratamientos muy eficaces que permiten al asmático llevar un vida prácticamente normal, es una patología mal controlada por los pacientes y más de la mitad no toma la medicación pautada por su médico. Un problema que puede agravar los casos de asma grave y empeorar la calidad de vida de los que la padecen. Por este motivo los expertos recuerdan que es fundamental un control permanente del paciente por parte del especialista y seguir el tratamiento prescrito.

Uno de los manuales de referencia que emplean los especialistas en esta enfermedad es la Guía Española para el Manejo del Asma (GEMA), que acaba de publicar la versión 5.1. Se trata de un manual basado en la evidencia sobre asma que, desde hace ya unos años, es probablemente la guía de referencia mundial en español de la enfermedad. El proyecto de la guía surge a partir de la alianza entre la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), la consultora de salud Luzán 5 Health Consulting y las 16 sociedades que han consensuado el manual, con la intención de mejorar el control y calidad de vida de las personas con asma mediante el incremento de la formación técnica de los profesionales sanitarios que deben atenderles, en particular en los aspectos relacionados con la prevención y valoración diagnóstica-terapéutica de la enfermedad.

Tal y como señala el doctor Vicente Plaza en el prólogo, los principales cambios de esta nueva edición se pueden agrupar en las siguientes cinco grandes áreas. Por una parte, en el asma no grave, se incorpora un nuevo LAMA (siglas de Antagonistas Muscarínicos de Acción Larga) al tratamiento, como es glicopirronio, combinado en un solo inhalador con diferentes GCI/LABA. Además, se añade un nuevo subcapítulo sobre aspergilosis broncopulmonar alérgica; y la inclusión de algunas citas bibliográficas puntuales sobre omalizumab y azitromicina.

Otro aspecto que se aborda es la relación entre asma y Covid. La abundante información publicada al respecto (también en relación al asma) en el último año, obligaba a prácticamente una nueva reescritura de dicho subcapítulo. En la pediatría se trata el papel de la FENO en el seguimiento de los pacientes, algunas puntualizaciones en el tratamiento general y en la prescripción de mepolizumab.

Y finalmente, se nombran algunas citas bibliográficas relevantes sobre asma y embarazo, y asma ocupacional. Seguro.

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