El torrezno marinado en especias es un ejemplo de todo lo que aún ha de desarrollar y sorprender la fusión entre lo ibérico y lo oriental.

Con productos similares a uno y otro lado, con formas diferentes de tratar la materia prima y entrelazando aliños, salsas y especias, aún queda mucho por delante para margen de renovación de sabores. En la cocina de vanguardia se trabaja por calcular esa transformación y en la gastronomía de disfrute, con desenfado y precios ajustados, toman fuerza estas sorpresas en las cartas. La globalización a bocados.

Macao, en el céntrico barrio de Las Letras de Madrid, conjuga un ambiente informal con un menú donde lo asiático (cantonés, coreano y también thai e indio) profundiza en su inmersión española como pueden ser unos sinceros huevos rotos con atún y wakame o las croquetas de gamba al ajillo con sashimi de gamba blanca. Sensaciones de siempre con texturas diferentes para degustar y compartir con amigos en citas.

Con la experiencia de más de 30 años en la cocina oriental, el empresario Javier Chen aterrizó en Madrid tiempo atrás con este Macao que se ha convertido en Lady Macao en Las Tablas, barrio residencial al norte de Madrid, una zona que comienza a animarse y para un público autóctono, sin tentaciones de capturas turísticas.

Lady Macao es la confirmación del concepto de Chen y donde en su decoración hay una reclamación a los orígenes, los primeros restaurantes oriental que descubrieron los españoles, con una decoración neoyorquina y detalles retro, como en los servicios (que invitan inevitablemente al selfievintage), que adornan la animada carta de esta lady.

Tartar de atún aliñado con ponzu, manzana verde y mayokimche (en la foto), fideuá japo-valenciana de chipirón, gamba y verduritas al dente, brioche de pato marinado con cinco especias chinas, las siu mai (empanadillas) de secreto ibérico, setas, concentrado de trufa blanca, miel, mostaza de Dijon y masago son un muestrario de esas fusiones diferentes del equipo de Javier Chen. Lady Macao también cuenta con un imprescindible trabajo en sushi con vieiras, foie, anguila o tempura de langostinos; y un apartado nikkei con tiraditos, ceviches y crudos en ají amarillo en el que se viaja a Asia con la visión americana de Perú. Y de postre una inspiradora tarta de mousse de mango.

Fuera de circuitos turísticos, y con un concepto de divertir con garantía y producto, este baluarte de Macao en Las Tablas, y que sólo lleva apenas unos meses abierto, es una parada sugerente.