En una coyuntura en la que gana protagonismo la evolución de la política monetaria a corto plazo, el avance del nivel de precios de EEUU ha superado las previsiones, creciendo en junio el IPC un 0,9% respecto al mes anterior, superando el registro de mayo (0,6%) y alcanzando su mayor tasa mensual desde octubre de 1981. Uno de los motivos es el tercer repunte del precio de los automóviles de 2ª mano (10,5% mensual vs 7,3% mes anterior), su mayor ascenso desde 1953. Un dato que explica cerca de un 30% del aumento de la inflación general y un 40% de la inflación subyacente. También destacó el encarecimiento de los automóviles nuevos (2,0% mensual), los costes de la energía (1,5%) y de los alimentos (0,8%) respecto al mes anterior.?

Así, la tasa anual de inflación subió 0,4 pp hasta un 5,4%, su mayor nivel desde agosto de 2008. Este repunte refleja el aumento de los precios de la energía de un 24,5% interanual, si bien se moderó respecto al mes anterior por el menor efecto base generado por la pandemia hasta mayo del año pasado.

Esta tendencia al alza de la inflación en EEUU responde al repunte de la demanda ante las menores restricciones de movilidad, los avances en la vacunación y el tono expansivo de la política económica; además, persisten las tensiones de oferta asociadas a la escasez de suministro de componentes intermedios y al aumento del coste de las materias primas básicas y del transporte de mercancías. Su evolución en los próximos meses estará condicionada por el patrón de la pandemia y por la normalización de las cadenas de valor globales, así como por el dinamismo del empleo y del crecimiento económico a partir del 4T.

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