EL Barça llevaba un par de temporadas de horas bajas, corría el verano de 2008, fue entonces cuando Laporta tomó la que probablemente haya sido su mejor decisión como presidente blaugrana: subió a Pep Guardiola del filial a la primera plantilla. La apuesta de Laporta fue discutida por una sola cuestión, no se tenía la certeza de que  Pep estuviera capacitado para dirigir a un equipo de tanto potencial y tan exigente, con experiencia nula en el fútbol de élite.

Con el tiempo se convertiría en el entrenador que más títulos ha conseguido con el club blaugrana, llevándolo a situar como un de los equipos mejores de todos los tiempos.

Casi trece años después, en una situación negativa muchísimo peor -no hay un euro en las arcas blaugranas y la liga está empezada-, Laporta ha vuelto a ocupar la presidencia de la entidad barcelonista y a repetir la jugada, aunque es cierto que existen matices que evitan que sean idénticas cien por cien. Xavi Hernández ha sido el entrenador-ídolo de la afición, el escogido por Laporta, para intentar revertir la pobre y peligrosa situación deportiva que atraviesa al F.C. Barcelona.

Emocionalmente, para la sufridora afición, Guardiola se convirtió en el verdadero sucesor de Johan Cruyff. Desde que se retirara y fuera entrenador en el Al Sadd, Xavi Hernández es considerado como el próximo sucesor, heredero del estilo de juego desarrollado por Cruyff y posteriormente elevado a la quintaesencia por el propio Guardiola. 

Además, recupera a un emblema del independentismo catalán, una persona que veía actuaciones fuera de la ley en España y, al mismo, alababa el régimen dictatorial y opresor de miles y miles de habitantes de Qatar. Él vivía en el mundo del Jeque y todo le parecía genial. Pero no nos desviemos por cuestiones políticas, aunque estoy seguro de que algún peso ha tenido en la decisión final de contratarle.

Xavi tiene experiencia como entrenador en el conjunto  catarí del Al Sadd Club con el que ha llegado a conseguir siete títulos, pero, lógicamente, no de la importancia, ni de la exigencia con los que tendrá que ganar con el Barça.

A priori, Xavi lo tiene todo para fracasar esta temporada, al margen de los piropos que está recibiendo del entorno blaugrana, incluido Guardiola, quien siempre ha vertido opiniones muy positivas sobre Xavi como entrenador.

En la primera temporada de Guardiola en Barcelona, la plantilla tenía entre otros a Eto’o, Thierry Henry, Yaya Touré, Dani Alves, al propio Xavi Hernández, Puyol, Iniesta, Busquets y un chaval de 21 llamado Messi. A Xavi le toca coger a un Barça que lleva 12 partidos disputados, novenos clasificado, con 17 puntos, a 11 del líder o a 10 del Real Madrid. La plantilla al margen de los brotes verdes aportados por la cantera, está en plena restauración.

Laporta se la juega y Xavi más aún. La lógica nos dice que el fracaso esta temporada está asegurado, pero jugadas más difíciles hemos visto conseguir. Como dijo Julio César: ‘Alea jacta est’.