Línea de fondo

Santiago Cordero

Santiago.cordero@jerez.es

Periodista

Todo ha cambiado menos el buen profesional

PARECE que fuera ayer y hace más de treinta años! ¡Qué barbaridad lo rápido que pasa el tiempo, cómo se nos escapa la vida! Era otro tipo de periodismo, ni mejor, ni peor, simplemente otro. Los móviles solo existían para altos ejecutivos y tenían el tamaño de un maletín, de internet no sabíamos nada. Bastante teníamos con dejar las máquinas eléctricas para empezar a coger el procesador de textos de los primeros ordenadores que llegaban a la redacción.

Recuerdo como si fuera hoy, pero hace más de treinta años, las guardias que hacíamos frente a la secretaría del Xerez C.D. Allí estábamos, compañeros de distintos medios, esperando que terminara la reunión de la junta directiva, para poder entrevistar al presidente o al portavoz.

Lo habitual era que los jóvenes nos tragáramos aquellas esperas tan cansinas, sobre todo en verano porque los jefes tenían que coger vacaciones antes del inicio de la pretemporada. Dani, Manuela, Satrus, hablábamos de lo divino y de lo humano. Luego, con las declaraciones de última hora, unos corriendo para el Diario otros para la radio, para cerrar edición o dejar preparado el programa de la mañana.

O aquellos mundiales de motociclismo, donde Dorna nos dejaba meternos casi por todos sitios, donde podías parar a cualquier piloto por el paddock y entrevistarlo sin problema alguno ¡La de volteretas que dábamos! Pero al final entrevistábamos a todos.

Ni mejor, ni peor, era el periodismo deportivo de entonces. Luego llegarían los móviles, internet, Google, los móviles táctiles, 5G, el periodista multimedia, las redes sociales, el cualquiera es periodista, twitch y los Ibai. Ya nada tiene que ver con aquello. Como diría Bauman, tenemos que aprender a navegar en esta sociedad líquida, tan cambiante, tan impredecible. Nada no es acertado, sí hay una cosa que tiene que ver con aquel periodismo, el buen periodista, el profesional que contrasta y verifica la noticia, que sabe contar las cosas, que tiene una perspectiva crítica a la vez que constructiva de lo que sucede, que huye del sensacionalismo.

Aunque parezca mentira, todavía existe ese tipo de profesionales, hombres y mujeres, que son periodistas con mayúsculas, de raza, que siguen al pie del cañón. Por eso, cuando a alguno de ellos, más de treinta años después, se les reconoce de una u otra manera, me siento feliz. Enhorabuena Dani y mucha suerte en el nuevo desempeño.

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