La jornada de ayer cerró con un intenso rebote de los principales índices mundiales en un contexto marcado por las expectativas de una cierta ralentización del endurecimiento de las condiciones financieras.

El repunte de la renta variable se produjo tras los negativos indicadores macroeconómicos conocidos el lunes, que evidenciaron el creciente riesgo de recesión. Así, los inversores estimaron una cierta ralentización en el proceso de endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales, lo que unido a situación de sobreventa en la que se encontraban los mercados, favorecieron el intenso rebote de las bolsas. Si bien esta expectativa fue refrendada por el banco central de Australia tras subir 25 puntos el tipo de interés frente a 50 esperados.

Por otro lado, en España, la Seguridad Social sumó en términos desestacionalizados 51.079 afiliados en septiembre hasta 20,2 millones, mientras que el paro se incrementó en 17.679 personas hasta 2,94 millones. Por sectores, destacó la creación de empleo en sectores con alto valor añadido como Informática y Telecomunicaciones (+17,7%) y en Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas (+9,5%).

En este contexto, el Íbex 35 cerró por encima de 7.600 puntos tras subir un 2,89%. Entre sus componentes, las mayores revalorizaciones se situaron en IAG (+7,43%), Santander (+6,98%) y BBVA (+4,69%). En contraste, las mayores caídas registraron en Acciona (-0,98%), Enagás (-0,68%) y Siemens Gamesa (+0,11%).

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