Fue hace unos años cuando, en una de tantas conversaciones, dije que cuando el Festival estaba próximo se despertaba en mí la necesidad de "respirar Jerez", ese impulso irresistible en cierto sentido, como si me faltara algo para colmar mi pasión por el flamenco. La expresión llamó la atención y les dije qué significaba para mí. Respirar Jerez es vivir una primavera adelantada que te dura todo el año. Sus palabras definen la intensidad del Festival. Respirar Jerez es vivir la ciudad. Empaparse de sus olores y de sus sabores. Y sentir la alegría de la noche en los tabancos y en las peñas y en las salas alternativas. Y alargar la tertulia con amigos y compañeros y aficionados de aquí y de allí en las que siempre se habla de flamenco y la pasión aflora diversa.

Respirar Jerez es vivir el Festival con el entusiasmo de una italiana, la curiosidad de una japonesa y la intensidad de una alemana, porque, aunque llegan visitantes de decenas países, son ellas las que más se hacen notar entre todas las que llenan cada noche, de belleza disímil y lenguas alejadas, el hall del Villamarta.

Ergo, la vida es una verdad incontrovertible que cuenta los años sin equivocarse. Por eso, algunos iremos espaciando nuestra presencia sin que apenas se nos eche de menos, mientras van llegando los más jóvenes con renovadas opiniones y distintos conceptos y visiones del arte flamenco. Si el ayer es imprescindible, el presente se nos muestra esplendente, y lo por venir se anuncia venturoso. Y mientras preguntamos por los que ya no están, también recordaremos a los que fueron pioneros y a los que, a pesar de todas las dificultades, siguieron adelante para que el Festival fuera lo que hoy es… Nunca dejaremos de sentir la emoción de aquellos artistas que tras su paso por Jerez dejaron una estela de gloria. Pero, todo eso sucederá cuando ya la ilusión esté haciendo el paseíllo de despedida, cuando los sueños hayan abandonado el escenario. Cuando las luces se apaguen y las palmas a compás dejen de sonar. Y aún así, como cada año, seguiremos soñando con volver para respirar Jerez.