¡Qué alegría cuando nos dijeron, estrella tiene corona!

Lo que anhelaba su Hermandad, no tenía más salida que la que hoy brillantemente se culmina en la Santa Iglesia Catedral; nuestra histórica Colegial del Salvador; de ahí la explosión de alegría que se vive por los cuatro puntos cardinales de este Jerez nuestro, donde la huella de los Hermanos de Lasalle; concretada en la corporación penitencial de la Triunfal Entrada en Jerusalén y Nuestra Señora de la Estrella; que a lo largo de varias décadas se ha nutrido de centenares de antiguos y nuevos alumnos de la Escuela de San José, del Sagrado Corazón de Mundo Nuevo y del Buen Pastor cuyas raíces se encuentran en la Alameda de Cristina, sigue muy viva…

Viene pues como anillo al dedo, utilizando la frase popular, la primera estrofa del salmo para significar la alegría; el júbilo; de centenares de jerezanos que se sienten y se han sentido siempre muy próximos a la bellísima imagen de la Madre del Señor, que recibe culto en la Capilla de la Porvera, fueran del Colegio de los hermanos que fuera; del centro o de la periferia; muchos de los cuales visten o han vestido; como siempre lo hacen o han hecho miles de niños y niñas, la túnica azul y blanca que la tarde del Domingo de Ramos rememora en Jerez la Entrada triunfal de Cristo en Jerusalén; entre las palmas y los ramos; al grito del jubiloso saludo de los hosannas; los mismos que poco después pedirían a Pilatos: ¡crucifícale; crucifícale!, siendo como eran el pueblo elegido…

Hoy por tanto, es no solo un día de gozo y alegría en la ciudad y si especial será sin duda la solemne Pontifical que tendrá lugar en nuestro primer templo diocesano pocas horas después de que este comentario vea la luz en las páginas impresas de Diario de Jerez, lo será también y multitudinario sin duda ese regreso a su Capilla en la tarde noche de este sábado de octubre que quedará inscrito en el catálogo de fechas históricas de nuestro pueblo, jornadas además en que la Virgen lucirá por calles y plazas del recorrido nada menos que la Medalla de Oro de la ciudad, concedida por el Pleno de la Corporación Municipal para reconocer la implicación de la Cofradía y de sus hermanos en tantas cosas como han aportado a nuestra población…

Gran alegría, si cuando nos dijeron, en las letras del Obispo Mazuelos, que Estrella tenía corona. Una Corona de gloria y majestad, que le ha ganado la labor social y solidaria desplegada por su Hermandad; la inmensa contribución de los hermanos de La Salle, sembrando la cultura en varias generaciones, el propio empaque de la corporación entre las que dan vida y sentido a nuestra extraordinaria Semana Santa y el amor por la Virgen que Sebastián Santos tallara de centenares de miles de jerezanos, a lo largo de los últimos setenta y cinco años…

¡Gloria a ti, Señora y Madre de la Estrella Coronada!