Análisis

Inmaculada Peña Ruiz

La decoración ornamental desprendida en Calle Larga

Si a la triste situación de semi-confinamiento que estamos viviendo, se le suman las desastrosas inclemencias del tiempo vividas desde comienzo de año y el desprendimiento de elementos patrimoniales en la ciudad, no queda otra que resignarnos y esperar que todo mejore con el paso de los meses.

Hace un par de semanas se vino abajo parte del remate superior de la fachada del edificio que se encuentra en el número 85 de la Calle Larga. Un antiguo inmueble de seis plantas más sótano, que fue propiedad de la familia bodeguera Garvey y que ha llegado a nuestros días transformado en un edificio de viviendas. Su característica esquina con chaflán preside la confluencia entre el final de Larga y la calle Tornería.

La fachada de corte historicista nace del proyecto original del año 1940, realizado por el arquitecto madrileño Luís Gutiérrez Soto. En el original esgrafiado que decora del remate superior de su alzado, podemos ver representados elementos vegetales seriados en dos colores, marfil y ocre.

El Esgrafiado es una técnica ornamental utilizada en arquitectura para el enlucido y revestimiento de muros, tanto interiores como exteriores. Su término procede del italiano "sgraffiare" y consiste en el grabado de dibujos sobre una superficie conformada por varias capas de color superpuestas.

Luis Gutiérrez Soto (Madrid 1900-ibídem 1977) es uno de los principales representantes de la arquitectura española del siglo XX, a medio camino entre el Art Déco y el Racionalismo. Formó parte de la Generación del 25 del Movimiento Moderno y fue elegido miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Hoy, una malla de protección casi impide ver el estado del edificio. Esperemos que pronto se restaure el esgrafiado desprendido y se fije el resto, para no tener que lamentar daños mayores.

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