La igualdad de la derecha

Decíamos La investidura de Sánchez no puede discriminar financieramente a ninguna comunidad autónoma. Pero el empeño de la derecha española en que un gobierno progresista supondrá una mayor desigualdad entre españoles resulta por lo menos cínico. Porque ellos llevan en su identidad política la discriminación ciudadana. O sea, aun en el supuesto de que se consiguiera la equidad perfecta en financiación autonómica, las políticas de PP/VOX seguirían aumentando la desigualdad entre las personas.

Como ejemplo la educación que, reconocida como instrumento de equilibrio social, solo a través de la escuela pública garantiza un modelo cuyos resultados sean ajenos a la cuna y al poder del dinero familiar. Pues bien: si los gobiernos anteriores del PP (Aznar y Rajoy) le costaron casi 45.000 millones de euros a la educación, los nuevos gobiernos autonómicos del PP y VOX profundizan en el mordisco a través de recortes en líneas y profesorado, plazas de infantil, subvenciones al comedor y transporte escolar, etc. La apuesta descarada por la educación concertada es en sí un elemento de desigualdad pues un 87% de los centros concertados cobran cuotas a las familias en una media de 122 €/mes que no todos pueden pagar. Sin olvidar una FP minimizada que obliga a muchas familias a endeudarse para ir a un centro privado y una distribución injusta de las becas que no siempre llegan a quien más las necesita.

Podríamos hablar también de la sanidad, pero no hay espacio. Sí nos consta la preocupación en algunos hospitales próximos de que, por falta de personal, tengan que suspender consultas para poder atender a los ingresados. Eso sí: los impuestos (a los ricos) ni tocarlos. Véase Ayuntamiento de Jerez.

Para hablar de desigualdades en el estado límpiense la boca y corrijan las desigualdades en casa.