La Sacristía del Arte
¿Dónde está el flamenco en las calles de Jerez?
Sin jonjabar
Lleva razón el presidente del Gobierno cuando afirma que los medios de comunicación están tomados por una derecha extremísima que no le deja vivir, ni a él ni a esa familia que tiene, tan extremamente honrada.
El otro día estaba Ferreras en La Sexta poniendo como un trapo a su querida Begoña a cuenta de las subvenciones que el gobierno le había dado por la cara. Tenía a su lado una corte de comentaristas fascistoides que cayeron como buitres sobre un tal Aldama que, al parecer, se lo había llevado ‘calentito’. Todas esas críticas destructivas, sin una sola prueba. Todo inventado por togas franquistas.
Cambié de cadena y apareció Risto Mejide en la Cuatro pasando a cuchillo al pobre Koldo. Un ángel de la guarda que cubrió la boca de todos los españoles con papeles de seda y no con ásperas mascarillas Ffp3. Estaba en plató el ministro Ábalos, al que no dejaban hablar sobre las dotes épicas de su prócer, porque una manada de hienas ultraderechistas se arrojaba al cuello del exministro cada vez que pretendía hablar en su defensa. Un machaque injustificado a la labor gubernamental.
De ahí pasé a La Primera. Estaba una tal Silvia Intxaurrondo despellejando vivo al hermano del presidente Sánchez, por puro placer. Sin motivo ni razón probada insistía en que había sido contratado a dedo para la diputación de Badajoz, sin mención de ninguna clase a los méritos musicales de este nuevo Mozart, residente en Elvas (Portugal). Cuatro tertulianos nazis lo estaban dorando a fuego lento como a un asado de puerco.
Cansado de tanta infamia busque el refugio placentero de Federico Jiménez Losantos. Por fin encontré una información veraz y ecuánime. Lejos de pseudo periodismo y noticias falsas, el progresista comunicador aragonés fue el único que habló bien de Sánchez y sus socios de gobierno.
Acierta el presidente al dictar una norma para embridar a periodistas politiqueros amantes de las ‘fake news’.
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