En 1990 la Organización Mundial de la Salud eliminó la homosexualidad como enfermedad psiquiátrica. Un hito importante en un camino marcado por períodos de cruel represión pero, también, por algunos de aceptación social.

En efecto, hay evidencias de normalización de la homosexualidad en pinturas rupestres (12.000 AC). También en tumbas de Egipto (2400 AC) y en las antiguas Grecia y Roma. Pero también de la más dura persecución. En el siglo XX, los nazis contemplaban la castración de los homosexuales - también de disminuidos psíquicos -. Para ello, tenían las SS, curiosamente fundadas por el homosexual Ernst Röhm, ejecutado después por orden de Hitler. En la España de Franco, desde los 50, se aplicaba a los homosexuales la Ley de Vagos y Maleantes, con penas como trabajos forzados y destierro. Estuvo en vigor hasta 1979 y ser homosexual fue delito en el Ejército hasta 1986.

En Jerez y la provincia de Cádiz puede hablarse de cierta tolerancia social que ha ido creciendo con la democracia y la lucha LGTBI. Como contaba Susana Domínguez, Presidenta de JERELESGAY, en este medio el pasado domingo, Jerez fue el primer ayuntamiento en izar la bandera del Orgullo y ha sido pionero en dedicar un parque al Orgullo LGTBI. Y aquí algunos han mostrado su odio visceral a lo gay atentando dos veces en pocos días contra la placa del parque. En La Coruña han matado de una paliza a Samuel - 24 años - al grito de "¡maricón!". Una muestra más del peligro que supone el programa de algún partido político.

Ni lo de Jerez ni lo de La Coruña se puede permitir. Hay que condenar y terminar con este odio irracional. En el colectivo LGTBI quieren ser personas normales, poder ir de la mano por la calle, ser aceptadas. Si no lo logramos entre todos, nuestra sociedad no será civilizada… ni humana.