La prensa entra en batalla

La aprobación de una serie de leyes, disposiciones o/y decretos que beneficiaban a amplios sectores de la sociedad, no ha alcanzado los votos suficientes en el Congreso. Los que han votado en contra de la subida de las pensiones, de las ayudas a los viajeros en el transporte público, el palacete del PNV en París. Por primera vez los partidos PP, Junts, Vox, se han unido para rechazar medidas que estaban encaminadas a favorecer a amplios sectores medios, trabajadores y jóvenes. Se trata de una agrupación de fuerzas parlamentarias de centro derecha y extrema derecha, que el único objetivo político es hacer caer el Gobierno de España.

Una vez conseguido el objetivo, la situación es la misma: ni una palabra para los afectados por la no aprobación de la Ley Ómnibus, porque es una anti-política que no pretende mejorar la vida de los ciudadanos, sino sustituir al Gobierno. Que es lícito pero con alternativas.

La política es un método para mejorar la vida de los ciudadanos, aprobando modificaciones pequeñas y grandes que les afectan. Las mentiras corren por las redes. La “veritas veritatis et omnia veritas” (“Quien resiste, gana”) decían en la República de Roma. Porque la noticia del proyecto “Omnibus” son contradictorias en depende qué empresas subvencionan a los miles de medios de comunicación, y cómo la mentira, las medias verdades, viajan rápidamente por las redes sociales.