Alfonso Ussía en Antena 3
Los recuentos
El recuento viene de cuenta y no de cuento, aunque a veces, tenga más de cuento que de cuenta. Si el recuento lo es de votos, sin duda, se trata de un cuento.
Se llama chino al cuento que resulta difícil de comprobar por su remoto origen. Hoy, gracias a Google, hasta los cuentos chinos se despejan en segundos porque siempre tiene una respuesta para todo, aunque la respuesta sea el cuento chino de Google. Si lo dice Google será por algo y eso tranquilizada y proporciona tanta paz espiritual como el oráculo de Delfos.
A veces, los cuentos salvan vidas. Si no, que le pregunten a Sherezade que salvó el gaznate gracias a la inteligencia de unos cuentos cuyo desenlace siempre dejaba para el día siguiente. A ella debemos historias como la de Aladino, Simbad el Marino o Alí Babá y los cuarenta ladrones. Hablando de Ali Babá, a veces los recuentos cuestan el talego a sus relatores. Leire Díez, la conocida como fontanera de Ferraz, está imputada y se le relacionó con el recuento de las sacas de votos, aunque ella dice que se limitaba al tema filatélico y no de Afinsa.
Gracias a un cuento y no a una cuenta, en las pasadas elecciones Junts fue el partido más votado en barrios de Madrid, Zaragoza o Marbella. Los biempensantes refieren meros errores humanos en los datos provisionales que fueron corregidos a los pocos días cuando se proclamaron los resultados definitivos por las Juntas electorales. Sin embargo, los malhablados aseguran que en las Juntas electorales no hay medios humanos ni materiales para recontar definitivamente nada. Así que todo apunta a los cuentos para el recuento de los votos: al cuento de las sacas de correos; al cuento de la transmisión telemática de resultados y al cuento de varios millones de nuevos españoles nacionalizados por la ley de memoria histórica y por los papeles para todos. Con tanto cuento no nos garantiza un recuento limpio ni Sherezade.
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