Análisis

helena arriaza

La representación que nos hace Chanel

Representar: Según la RAE, significa "ser imagen o símbolo de algo, o imitarlo perfectamente". Y ahí está el problema. Que cada artista puede cantar y bailar lo que le dé la gana, faltaría más. Pero cuando se trata de eventos como el Festival de Eurovisión, hay que tener en cuenta algo fundamental, y es que uno de los objetivos principales es el de representar al país. Un país en el que diariamente se pelea por los derechos de la mujer, en el que se intenta terminar con la lacra del machismo, en el que las desigualdades entre un sexo y otro están presentes en todos los ámbitos y en el que muchas mujeres luchan continuamente por demostrar que somos algo más que un cuerpo.

Por eso, España no merece que una canción como SloMo le represente. Y es muy triste llegar a pensar que, de cara a un Festival que debería ser altavoz, fiesta y orgullo, lo mejor que puede pasar es que desde otros países ni se entienda la letra. Que ya hay bastante quebradero de cabeza con entender lo que dice entre nosotros.

Es totalmente lícito que la excelente intérprete Chanel tenga en su repertorio esta letra que dice que "yo vuelvo loquito a todos los daddies. Yo siempre primera, nunca secondary. Apenas hago doom, doom. Con mi boom, boom. Y le tengo dando zoom, zoom". Pero tan solo hay que leerla para saber que muchas mujeres (la mayoría, ya que tanto se tiene que tener en cuenta la mayoría según los organizadores del Benidorm Fest) sienta que no va con ellas.

Y la cuestión no es comparar a Chanel con otras cantantes. Eso sería echar tierra unas sobre otras. La cuestión es que la mayoría de mujeres se identifican más con la letra en la que Rigoberta Bandini grita que "paremos la ciudad, sacando un pecho fuera al puro estilo Delacroix" y con unas Tanxugueiras reivindicativas, con garra y mucha personalidad.

Todo esto sin dejar pasar que lo de que Chanel es una artista como la copa de un pino es un hecho que cualquiera puede comprobar. Así es. Su fuerza en el escenario, sus dotes para bailar y cantar con esa energía, cómo se preocupa por tener una coreografía o un vestuario cuidados, o su currículum, avalan una trayectoria a la que ojalá hubiese sumado una representación en el Festival de Eurovisión con una canción, con una letra, bien diferente.

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