La potencia de la IA
Sin palabras
Vadillo lo hizo otra vez
Ganar una Copa de Europa de fútbol sala está al alcance de unos cuantos elegidos, ese grupo se reduce cuando hablamos de dos títulos, pero cuando nos referimos a tres entorchados europeos y de manera consecutiva, solo hay un equipo, el Palma Futsal y solo un entrenador, el jerezano Antonio Jesús Vadillo Sánchez, considerado en estos últimos años el mejor entrenador del mundo.
En una publicación en redes sociales del propio Vadillo, le dejé un comentario, el mismo que sirve como titular en este artículo de opinión: Sin palabras. Porque Antonio Jesús está construyendo un equipo que ya forma parte la historia más destacada y brillante de este deporte.
No es la primera vez que gloso las gestas de este deportista jerezano, he hablado de sus orígenes humildes, de sus dos barrios que marcaron por un lado su infancia y por el otro su adolescencia, de su compañera de viaje, clave en el desarrollo del propio Vadillo, pero con toda sinceridad, cuando se alcanzan gestas como las que está consiguiendo Antonio Jesús, quien suscribe se queda sin palabras.
Tanto por su trayectoria como jugador y la actual como entrenador, por los títulos, por la longevidad en el deporte profesional, por su capacidad de reinventarse y por las páginas doradas que está escribiendo en el mundo del fútbol sala, no me cabe la más mínima duda, de que es el mejor deportista jerezano de la historia.
Hace poco escribí sobre los trepas y el cainismo que imperan en este pueblo llamado Jerez. Un pueblo en el que nos miramos continuamente al ombligo y nos autoproclamamos capital de todo, cuando la cruda realidad, por muchos habitantes que tengamos, es que seguimos actuando como pueblerinos. En el deporte, divididos; en el mundo cofrade ni te cuento; feria, sin palabras; política, qué voy a decir que no se sepa. Por eso, cuando un jerezano triunfa gracias a su talento, pero en base al esfuerzo, trabajo, humildad y todo ello si hacer ruido me digo que igual no todo está perdido. Vadillo es o debería ser un modelo a seguir por los deportistas jerezanos y si me apuran, debería inspirar a los distintos estamentos e instituciones de la sociedad jerezana, seguro que todo nos iría mejor. Seríamos un pueblo más próspero y viviríamos más en armonía.
Se imaginan que aquel Jerez Fútbol Sala que estuvo en División de Honor nacional se hubiera mantenido entre los mejores de España. Pero eso sería especular sobre una falacia, porque los hechos nos remiten a lo que he escrito anteriormente sobre la idiosincrasia e identidad de la propia sociedad jerezana.
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