El Vaticano y el nuevo orden mundial

Una de las características de la Iglesia católica es su capacidad de adaptarse y sobrevivir durante más de dos mil años a las distintas eras y regímenes geopolíticos. El nuevo papa uno de los requisitos que tiene que cumplir es que posea capacidad de adaptación a los nuevos tiempos que se avecinan. Como decía el papa Francisco, estamos ante un cambio de era. El nuevo orden económico, geopolítico y mundial está en fase de cambio profundo.

El mundo avanza desde una concepción unilateral de la geopolítica a otro multilateral, aún no definido, en el que EEUU irá perdiendo poder y China y otros países emergentes irán tomando el relevo. Desde el punto de vista demográfico, el mundo desarrollado está envejeciendo y en los países del Sur Global aumenta la población. La presencia de la Iglesia católica en Europa y el resto del mundo desarrollado está disminuyendo, por el contrario su presencia en el Sur Global (África, Asia y Latinoamérica) está creciendo, en los países con un mayor incremento de la población. Las democracias están en declive y las autocracias y los gobiernos populistas-nacionalistas en ascenso. Los movimientos de ultraderecha progresan y tienen un mayor acceso a los gobiernos. La revolución tecnológica es signo de esta nueva era, con gran impacto tanto en lo social como en lo económico-político. Las migraciones son otro de los signos de esta era. Las próximas crisis humanitarias estarán ligadas a las migraciones y al cambio climático. En este proceso de profundo cambio, las guerras y los conflictos sociopolíticos y económicos están aumentando aceleradamente. La fragmentación del comercio internacional y de la propia geopolítica está aumentando, así como las desigualdades.

Adaptarse a este nuevo mundo es una misión de la Iglesia católica y de su nuevo pontífice. Así lo comprendió el papa Francisco, un papa reformador que quiso que la Iglesia diera respuestas y ayuda al nuevo mundo, abriendo la Iglesia hacia el Sur Global y los más vulnerables. Con más de 1.400 millones de fieles, la Iglesia católica es la primera religión del mundo y, por lo tanto, la que mas capacidad de influencia tiene.

Entre los objetivos del nuevo papa no solamente estará la evangelización (aumentar el número de fieles), si no también influir para que los lideres políticos cooperen en conseguir un mundo mejor: más justo, más igual, más solidario y la paz. El primer objetivo la Iglesia católica lo puede conseguir profundizando su presencia en aquellos continentes donde ya está instalada, que son los que mayor potencial, desarrollo y crecimiento de la población tienen: África, Asia y Latinoamérica. Para conseguir el segundo objetivo es preciso profundizar en la labor iniciada por el papa Francisco de apertura de la Iglesia a la sociedad, de mayor presencia en el Sur Global, de mediación en la consecución de la paz y de ayuda a los más vulnerables.

El Vaticano no tiene ejército, pero sí tiene autoridad moral para influir en las decisiones de los gobiernos en la búsqueda de la justicia social y la paz. Es casi imposible vaticinar quien será el nuevo papa, pero no cabe descartar que, nuevamente, sea un papa proveniente del Sur Global.