La adelfa, bella pero peligrosa

No es estrictamente un árbol, sino un arbusto, pero hemos seleccionado este mes a la popular Adelfa (Nerium oleander), también llamada Laurel de Flor, por su abundancia en nuestra ciudad, su fabulosa belleza y para llamar la atención sobre su peligrosidad que, debido a su alta toxicidad, puede ocasionar hasta la muerte después de su ingesta, aunque en casos muy aislados.

Pero son unas maravillosas plantas que merecen la pena contemplar cuando se hallan en plena floración, que duran desde mayo hasta casi finales de año y que en nuestra ciudad podemos admirar en parques, adornando muchísimas calles y sobre todo en la circunvalación de la ciudad y en la medianera de la autopista de Sevilla (A4), carreteras a las que convierten en un verdadero espectáculo con sus colores blancos, rojos y sobre todo rosa, el más original.

Es además una especie muy resistente a la sequía y autóctona de nuestros Parques Naturales donde pueden contemplarse, casi siempre cercana a los arroyos. En Jerez hay bastantes adelfas a las que se les han ido modelando con forma de árbol, entre los que destacan dos soberbios ejemplares blancos en la avda. de Duque de Abrantes, que aparecen en la bonita foto de Jose Luis Carribero que ilustra esta publicación.

¡Qué lástima que la adelfa goce de tan mala fama! Pero ciertamente son peligrosas y su savia es claramente tóxica, aunque su amargo sabor limita casi totalmente su consumo en animales y humanos. Dicen que en la Guerra de la Independencia un grupo de soldados franceses asaron unos tacos de carne de cabrito pinchados en ramas de adelfas y que fallecieron facilitando la victoria española, pero seguramente será otro cuento, como el rollo de que provoca la caída del cabello en las chicas jóvenes, aunque, por si acaso, eviten su paladeo o adornar sus moños con ellas. Hay otras muchas flores para hacerlo, un buen clavel reventón, por ejemplo.