Arantxa Cala

Días de Plata

A rienda suelta

04 de marzo 2015 - 01:00

NO podía dejar de dedicarle estas líneas a Juan de la Plata, "tu admirador", como él cariñosamente firmaba algunos de los correos que me enviaba animándome a seguir en esta labor del periodismo, y dándome la enhorabuena por algunos reportajes. Para la elaboración de muchos de ellos recurrí a su ayuda. Jamás tuve un no por respuesta, sólo amabilidad y un sinfín de datos para poder completar mi información. Un hombre que era un libro abierto, un alma inquieta, un cofre de ideales en torno al flamenco y su tierra natal, que llevó por bandera y de los que nunca renegó. Sin duda, la ciudad es menos Jerez sin Juan de la Plata. Y eligió morir Juan en pleno Festival de Jerez, en las tablas de un certamen que llora su pérdida, como un gran artista en su último espectáculo terrenal. Desde aquí, Juan, no me queda más que darte las gracias, gracias, gracias... Ahora yo, tu admiradora.

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