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Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Días de vinos y letras

Esta semana se inició en Jerez con la feria internacional de los vinos nobles y termina con la feria del libro, que es la forma más noble de recoger historias e ideas. Vinos y letras maridan perfectamente desde hace siglos porque ambos son cultura. El lunes, González Byass -siempre sorprendiendo, creando y avanzando- inauguró su Botellero Histórico, que es como una enorme biblioteca de 5.000 volúmenes que se pueden beber y detrás de cada uno de los cuales hay una interesante historia por contar. Otro lujo para una ciudad que continúa redescubriendo su historia. La bodega jerezana lo hizo en el marco de Vinoble, cuando cientos de especialistas de numerosos países y miles de curiosos de toda España, como en una novela ambientada en la época medieval, toman un alcázar que se queda pequeño para tanto interés como existe hoy en torno al mundo del vino. La cita bienal va recuperando poco a poco el esplendor perdido, se va abriendo también a la calle, saltando murallas y muros que son a veces barreras psicológicas y mentales, y vuelve a concitar el interés también de las bodegas, no sólo de las que participan del programa sino también de otras que sin estar allí aprovechan el filón de las visitas para darse a conocer, una muestra más de que Vinoble es un acontecimiento que va mucho más allá del recinto del Alcázar. En un mundo como el del vino tan dado a la existencia de gurús mediáticos que venden humo es de agradecer que tengamos en Jerez a personas sencillas y trabajadoras con las ideas muy claras, desde la veteranía de Antonio Flores, varias veces nombrado mejor enólogo del mundo, a la juventud de Willy Pérez, enólogo y empresario en quien se encarna el futuro de nuestros vinos. Ambos hablan por sus vinos pero también dominan la palabra y por ello esta semana han escrito en estas páginas sendos artículos, 'El legado' y 'La encrucijada', en los que se puede resumir lo que ha sido, lo que es y lo que será este sector. Una semana en la que el Consejo Regulador ha presentado en Madrid nueva campaña de promoción porque está claro que para que exista un futuro para los generosos jerezanos tan importante es cuidar la cantera y la clientela en el origen como buscar nuevos mercados no ya en el extranjero sino incluso dentro de una Andalucía donde aún son grandes desconocidos.

Que se esté pensando ya en Vinoble 2020 desde las instituciones es noticia porque hace poco tiempo nadie daba un duro por la continuidad de esta feria en Jerez y todo se improvisaba tres meses antes. En muy poco tiempo hemos sido testigos de grandes inversiones extranjeras y nacionales en el sector (gran parte de ellas con el brandy como objetivo pero que acaban repercutiendo en el jerez) que, a fecha de hoy, continúan. La crisis se detuvo, hay nuevos proyectos para seguir creciendo entre los que están y nuevos agentes por llegar. Hace once años, el astronauta Pedro Duque, nuevo ministro de Ciencia, escribió unas letras con tiza en una bota de roble de la bodega Domecq: "Tecnología espacial para un vino especial". Todo un augurio para el futuro del jerez.

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