Entre paréntesis

Rafael Navas

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Espíritu Nadal

La Asociación de Jerezanos de la Diáspora en Madrid ha realizado este año, con motivo de su tradicional berza de Navidad, un homenaje al jerezano Benito Pérez-Barbadillo, 'DirCom' de Rafa Nadal o jefe de prensa, para entendernos. Se ha tratado de un merecido reconocimiento a una de las personas que forma parte del equipo, del más estrecho círculo cabe decir, del deportista español más destacado de todos los tiempos y de uno de los deportistas más respetados y admirados de todo el mundo. Rafa Nadal no sólo acumula títulos y pulveriza, sobre tierra, hierba o pista rápida, todo tipo de récords. El tenista balear es un gigante del deporte mucho más allá de sus abrumadoras estadísticas. Su talante, su ejemplo como persona, impresionan tanto o más que su indiscutible calidad profesional. Digamos, por paradójico que parezca, que es muy grande porque es muy sencillo y humilde. Es un líder que no tiene enemigos entre sus rivales y que sabe sobreponerse a las adversidades, siempre con una sonrisa, y que no esconde una lágrima cuando toca, porque es humano. Ahí radica su grandeza: como deportista es un extraterrestre, como persona es eso, persona. Lo demuestra cada día y este miércoles pasado no fue una excepción. Sabía Rafa Nadal que era un día muy especial para su amigo Benito y, como no podía acompañarle en Madrid, le envió un mensaje por vídeo que, viniendo de quien viene, debería ser para tomar nota: "Si alguien lleva el nombre de Jerez por todo el mundo, y de una manera positiva, ese eres tú". Palabra de Nadal. Y vaya si se mueven Rafa y Benito. Llegan, gracias al tenis, a donde no llegan muchos jerezanos y muchos productos de nuestra ciudad.

Embajadores así son los que necesita Jerez, pues abren muchas puertas y proyectan una imagen que no tiene precio. Ojalá que Benito Pérez-Barbadillo siga llevando el buen nombre de nuestra ciudad muchos años por todo el mundo. Él, que lleva vinculado a Rafa Nadal desde que era un adolescente, algo habrá tenido que ver en la progresión del manacorí en todos los sentidos. Por eso, escuchar a una persona que ha formado y forma parte del fenómeno Nadal, es para tener en cuenta lo que dice. Una persona que, además, viaja 250 días al año por todo el mundo y ve y oye de todo. Por eso, cuando Benito dice que "tenemos que vender más y mejor Jerez", no lo dice cualquiera, sino aquel chico que empezó a trabajar haciendo fotocopias en el circuito de velocidad y ha llegado tan lejos. Desde esa privilegiada atalaya recomienda seguir apostando por el Circuito como uno de los principales, si no el mayor, referente de la ciudad. Tomemos nota. Su ejemplo, el de uno de tantos jerezanos que emigra para ganarse la vida y logra alcanzar un sueño, debe servir de estímulo y autoestima. Como cuando vemos por televisión a su jefe, Rafa Nadal, levantar los brazos después de ganar tras superar esos puntos de partido en contra que a veces nos pone la vida por delante. Es el espíritu Nadal, que casualmente es lo mismo que decir el espíritu de la Navidad.

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