Manuel Fernández / García-Figueras

Gratitud a Manolo Liaño

Relaciones Humanas

07 de julio 2009 - 01:00

DESDE hace algún tiempo los lectores de DIARIO DE JEREZ venimos echando de menos las crónicas de Manolo Liaño con su habitual columna "Calle Larga" que constituía una importante sección de periodismo local, hecha con sentimiento jerezano, donaire, elegancia y sin faltarle el humor y la ironía cuando era necesario. Por circunstancias de enfermedad, achaques y de merecido descanso, nos faltan sus comentarios y, con toda sinceridad, lo notamos.

Conocemos a éste entrañable periodista desde hace años y valoramos en su justa medida la contribución que con ejemplar profesionalidad ha venido haciendo al periodismo local jerezano. Durante más de 60 años ha hecho de todo en el periódico: deportes, teatro, toros, Cofradías, Ayuntamiento, Local, entrevistas, etc. y todo ello con dignidad, respeto y -sobre todo- sin meterse con nadie. Siempre se ha esforzado por hacer su tarea de la mejor manera posible. En los últimos años ha venido siendo el cronista que contaba todo lo que se cocía en la pequeña historia de Jerez, vista y oída desde su balcón de la City.

Ha sido un informador con experiencia, pericia y la suficiente destreza para hacer cosas muy distintas, como antes decíamos. Los franceses llamaban generalistas a éste tipo de profesionales y un ingenioso catedrático los calificó como "especialistas en la totalidad". Esa ha sido exactamente la base del buen hacer de Manolo Liaño.

En esta línea de reconocimientos, Manuel Ríos Ruiz propuso que fuese nombrado Pregonero Mayor de nuestra Semana Santa y más recientemente otros colegas suyos, periodistas, le han dedicado atinados y sentidos elogios, destacando lo escrito por Eduardo Velo, Gloria Moreno y Juan Pedro Simo. En el número especial de los 25 años de DIARIO DE JEREZ fue precisamente Gloria quien acertadamente calificó a M. Liaño como "cronista de la época". Por nuestra parte sólo nos queda añadir que la labor de Manolo Liaño ha sido especialmente apreciada y valorada por los que vivimos fuera de Jerez pues sus artículos y crónicas eran auténticos baños de jerezanía.

Dicho todo esto preguntamos a quien corresponda ¿Qué posibilidad habría de organizarle un homenaje público y abierto? ¿Cómo podría iniciarse la cosa? ¿Desde la Asociación de la Prensa? ¿Desde las Hermandades y Cofradías?

Estamos seguros de que se recogerían las adhesiones precisas y reglamentarias para que éste proyecto tuviera un final feliz. Por ejemplo, la Medalla al Mérito en el Trabajo.

Lo consideramos, de verdad, justo y merecido.

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