Tribuna cofrade

José Castaño Rubiales

¿Lapsus histórico sobre las mujeres cofrades?

Posiblemente, por ser gran admirador de doña Silvia María Pérez González, al leer la magnífica entrevista del pasado domingo en Diario de Jerez, me ha sorprendió e incluso extrañado grandemente cómo una catedrática de Historia, que tanto viene aportando a la historia de nuestras cofradías, al hablar de la participación de las mujeres en las cofradías, obvia, será un lapsus, que la antiquísima y plena participación de las Hermanas de Jesús que desde hace siglos realizan sus Estaciones de Penitencia en las madrugadas de la Semana Santa Jerezana.

Ella debería saber o conocer cómo, a pesar del machismo cofrade de otros, incluso, la iglesia hispalense presidida por el cardenal de Sevilla don Pedro Segura y Sáenz (1880-1957), alentado por cofrades jerezanos, en la Semana Santa de 1940, decretó la prohibición que las Hermanas acompañasen Jesús Nazareno con su hábito.

Como siguiendo natural, echarle un pulso al Señor es perderlo, porque las hermanas continuaron cumpliendo con la promesas heredadas de siglos cada Madrugada Santa a su Jesús.

Es un craso error hablar de la plena integración de las hermanas con pleno derecho en las Hermandades, cuando el querido y recordado primer Obispo de la Diócesis de Asidonia-Jerez, don Rafael Bellido Caro en el año 1988, decretó por primera vez en España, que dos Hermanas se incorporasen a mi Junta de Gobierno.

Reproduzco este comentario de ABC de Sevilla: “Más difícil es encontrar presencia femenina en los cargos de las juntas de gobierno de siglos pasados, las cofradías son el reflejo de una sociedad patriarcal, aunque hay algún ejemplo en Jerez de la presencia de mujeres en puestos de mando” 

Tres años más tarde, 2001, fue el admirado don Carlos Amigo Vallejo, cardenal Arzobispo de Sevilla, quien imita al obispo jerezano y decreta la incorporación de las mujeres en las Hermandades sevillana.                               

Como bien sabe doña Silvia, reseñar las muchas oposiciones de muchas hermandades sevillanas y jerezanas a estas incorporaciones fueron tan lamentables como repudiables.   

Espero que comprenda, admirada catedrática, que después de siglos en las que las hermanas de Jesús han sufrido tantas críticas, como blasfemias, sus Hermanos estamos obligados, con todo respeto, a poner los puntos sobre la íes.

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