'Marinerito' cofrade

Jerez/Tras la festividad de la Purísima, las procesiones cesarán. Será una interrupción y no un hasta siempre. Eso sí, habrá un pequeño resuello hasta la llegada de la Cuaresma donde se desarrollarán cultos externos y actos piadosos como los vía crucis. Este año con uno menos si se tiene en cuento que el Cristo de las Almas presidirá el acto piadoso del consejo de la Unión de Hermandades y esto restará para poder disfrutar del Santísimo Cristo por las calles en la noche del primer sábado de Cuaresma.

Cesarán las procesiones hasta nueva orden y las hermandades se preparan para desempolvar los lebrillos y dar arranque a la producción de pestiños de cara a las fiestas navideñas. Las hermandades esperan como agua de mayo estas fiestas para medicar las cuentas de las tesorerías que llevan en coma durante meses. Se organizan todo tipo de zambombas de cara a poner un mostrador y un grifo de cerveza. Algunos cofrades tendrán que reciclarse y hacer un curso de tirada de cerveza mientras que los priostes se esmeran en quitarle las telarañas a las barras con el nombre de esa cerveza que el lector y quien suscribe bien sabe.

Coros de villancicos, zambombas y todo tipo de eventos. Visitas el Cartero Real, venta de pestiños, loterías de Navidad, el clásico calendario de la hermandad y todo tipo de inventivas con los que los tesoreros arengan a los suyos para no desfallecer. Tiene que entrar un buen puñado de euros en las cuentas si se quiere tener una buena banda el día de la salida.

Por tanto, ahora los pasitos quedan aparcados a un lado mientras que los hermanos comprometidos meten los riñones para trabajar en los eventos navideños.

A la vuelta de la esquina comienza a aparecer una nueva Cuaresma. Cargada de gastos con la cera, bandas, flores y estrenos. No hay más remedio que cantar el ‘Marinerito’ para que los cofrades vean como germina la semillita del euro tras la lluvia de mayo. Aunque sea en diciembre.