EN ocasiones se usa la excusa del tiempo para hablar en las situaciones más incómodas. No hay nada que decir en el ascensor cuando te cruzas con un vecino al que conoces poco y, ¡zas!, ya se habla del calor o del frío que hace hoy y nos quedamos tan anchos. Pues, no quería dejar pasar yo la oportunidad de hablar del invierno que llevamos a nuestras espaldas, que 'pa' nosotros se queda. Pasamos de la manga corta del pasado octubre, al jersey de cuello vuelto, así de sopetón. El invierno está siendo como los de antes, al menos es lo que dicen los más mayores y ésos han visto pasar muchos eneros. La lluvia parece que se ha acostumbrado a tener su aparición estelar cada fin de semana -éste parece que va a ser una excepción- y algunos pantanos han empezado a desembalsar agua, algo que era impensable hace unos meses. Y eso, por no hablar de la caída de los termómetros. Con este panorama sólo pienso en la factura de la luz y en el calentador todo el día encendido. Menudo sofocón...