Tierra de nadie

Alberto Núñez Seoane

Miedo

Miedo

Miedo

Siento, ahora, el miedo que sufriré mañana, cuando el aliento que me mantuvo atado a los días que viví, pueda con la gravedad que le ató al planeta en el que fui, dejando libres pedacitos de mí en las profundidades insondables de un universo que no aún no sé si alcanzaré.

Cuando llegue, antes de que tú llegues, te esperaré sin prisa, por no llamarte pronto, con ansia, por verte antes. No querré quitarte, nunca, de lo que tú quieras, pero desearé recuperarte, porque te querré cerca.Tengo miedo… de perderme en un vacío sin nombre ni latitud; de diluirme en un silencio oscuro, lejos del canto de las aves que dibujaron mis mañanas, del rugido del león que acompañó muchos de mis atardeceres; miedo de hacerme olvidar de los que me quisieron, de hundirme en una profundidad sin memoria, lejos del luto, sin lágrimas de esperanza en el reencuentro ni conciencia del recuerdo. Miedo de que tú, cuando me busques -si buscarme quisieras-, te pierdas … y no me halles allá, donde quiera que, muy lejos, te aguarde. Esperando, siempre, recuperar la cercanía de ti, la calidez de tu piel, la dulce embriaguez de hundirme en el sueño de tu mirar lindo y profundo, de aquel Mayo que nació en Abril, que descubrió primaveras dónde había otoños, y soles de levante y veranos de sol, escondido, todo, en los rincones de un invierno que nunca llegó.

Porque… no sé si a algún lugar he de llegar, o bien no tendré destino cierto que me aguarde más allá de unas estrellas que no desvelan si me esperan o me ignoran. Y aun así, no es esto lo que me inquieta. Me angustia no saber cómo, si quisieras buscarme, guiarte.

Cuando no esté contigo, no estaré sin ti: ¿será suficiente para que aciertes con el modo de buscarnos? ¿Cómo haré para mostrarte el camino que nos recupere?, ¿cómo te digo, para que sepas tras que galaxia duermo…? El vacío que caerá sobre lo que fuimos, cuando ya no esté, dibujará un abismo de distancia no buscada, de olvidos no imaginados, impondrá una languidez en sentimientos que descubrieron mundos y movieron vidas, ¿podrá el olvido con el recuerdo que fuimos…?

Me asusta… sentirme solo en una inmensidad de nadas entrelazadas. No sé si sabré gritarte…, y si pudiese, no sé si lo haré tan fuerte como para que me oigas… No sé si tendré modo de orientarte, dejarte trocitos de amor para que veas, en la oscuridad eterna, el sendero que te lleve hasta donde siempre te esperé ¿Cómo me hallarás si no…?

Allá… lejos, en una nada llena de vacíos inquietos, en algún pequeño azul de una inmensidad sin tiempo ni longitud, ni distancia ni latitud, desearé tu llegada, siempre, por deseada, tardía. Tengo miedo a saberme solo, mientras el anhelo de tus caricias me envuelve en silencios imperturbables, en temor a extrañarlas para siempre … tal vez no vuelvan nunca ... Puede que espere … por siempre, puede que ni siquiera espere, porque no esté en ninguna parte, puede que, cuando me valla no te vuelva sentir, que me deshaga en la ausencia que, antes de ser, fui, puede que mi sentir no sea suficiente para no diluirme en una oscuridad sin vuelta. Tengo, sí, miedo de eso.

Si me deja esperarte, has de hallar el modo de sentir que, desde donde quiera que sienta, te siento, ¿podrás…?, ¿querrás…?, ¿cómo, mi amor, lo harás…? En la infinitud del pensar en ti duerma, tal vez, esa brújula capaz de guiarte; puede que mi desespero por volverte a ser, despierte un mágico contacto que alumbre tu deambular por la nada sin tiempo, puede que el sueño, nunca despierto, de lo que contigo fui, te aleje del laberinto sin salida que sería perderte, no encontrarnos, no repetirnos.No quiero atarme a una eternidad de ausencia, no puedo creer en el vacío por siempre presente, no acepto la muerte infinita de mi consciencia. Ha de haber modo de saberme vivo, aunque ya no lo esté; de tenderte suspiros, que no me olviden de ti; de hacer de la espera, aguardo con final feliz. No dejes que me deshaga en la oscuridad sin luz ni mañana, haz que la distancia no sea en demasía lejana, no permitas que me pierda la nada … Ha de haber modo, ha de ser posible lo que semeja imposible, he de encontrar como hacerte llegar el cómo … cuándo ya no esté.

En esa soledad insondable de un mañana inevitable, tengo miedo de ese miedo por venir.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios