Enrique Gª-Máiquez

(P.P.P.P.P.)

Su propio afán

San José fue todo lo contrario de un padre ausente o expulsado o disminuido o acomplejado

19 de marzo 2022 - 01:33

Ya que somos ortodoxos, confesemos. Nos da un cosquilleo de placer casi pecaminoso que el día del padre se celebre en san José; y no en una fecha más laica. También confieso, para compensar, que, por un ramalazo germánico (la sangre de los godos), siempre me chocó un poco que el padre se celebrase a la sombra del padre putativo (p. p., o sea, san Pepe) por excelencia (en los dos sentidos). Pero ese reparo me lo ha quitado la lectura del artículo del jueves de Sánchez Saus. Lo que se discute ahora no es el hecho biológico en sí, el cromosoma X y el Y, sino lo demás. En palabras de la profesora María Calvo citadas por Saus: "Hoy es muy común que al padre se le exija ser una mamá bis, que actúe de acuerdo con un modelo femenino maternal y se olvide de los atributos típicamente masculinos".

Ahí, a la contra, san José es imbatible. Él pone el acento (el ejemplo) donde lo necesita esta época. Es el patrón de la paternidad propiamente para la postmodernidad (p. p. p. p. p.). Lo del hecho biológico no se discute o no hace falta defenderlo. En cambio, san José fue todo lo contrario de un padre ausente o expulsado o disminuido o acomplejado. Fue autoridad, presencia y tensión (incluso en sueños). Cumple su papel sin excusarse siquiera en la humildad, aunque tuviese motivos de sobra ante la sublimidad (como ella nadie) de María. Estoy seguro de que asumió ese papel (patriarca, sí, pero de la secreta) con su dosis de pasmo, y ni por eso se escaqueó. Para mí, en particular, es el modelo perfecto: por mis imperfecciones y las suyas, en comparación ambos con nuestras respectivas esposas, quiero decir.

Otro que no se corta es Cotta. En su libro Gorriones de acera se ha marcado un poema titulado "Varón", que reza: "[…] Tú que pones las cosas en su sitio/ y muchos besos en la frente,/ y desprendes calor de hoguera/ desde tu pecho perfumado/ y salvas madres como un tigre/ y nunca te has postrado ante un volcán/ […]". Etc. No está por la masculinidad emasculada.

Comprendo que con estos modelos tan altos (San José y la cota de Cotta) haya quien prefiera escurrir el bulto. No es para menos. También por eso no está de más que sea san José nuestro patrón. Para los niños, hoy será un día de celebración y lo será irónicamente para nuestras mujeres (que se ríen como Sara de Ur); pero para nosotros es un día para asumir responsabilidades (como siempre) y para pedir su intercesión (más que nunca).

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