Pepe Marín

Fue poeta, autor teatral, ensayista, orador... y gaditano: José María Pemán

En el poema ‘Soledad’ del que fuera poeta, autor teatral, ensayista, orador, cultivador de todos los géneros literarios, el nunca bien ponderado -aún cuando a alguien pueda pesarle-, José María Pemán, se dice refiriéndose al cante por soleá: Tres versos, para qué más/, si con tres sílabas basta/ para decir el vacío/ del alma que está sin alma: Soledad. En otra de sus incursiones en el mundo poético flamenco, en ‘Er cante: definición’. ¿Definí lo que é er cante?.../ Pue no es difisi ni na/ To lo escrito sobre é/es como en papé secante/con letra que no se ve. ¡No ha dicho usté na! ¡Er cante!

Así lo dejó escrito y así lo transcribo; pero como mi intención no es la de abundar informativamente sobre el tema flamenco, quizás el menos valorado de su fecunda producción y sí sobre uno de los apartados a los que dedicó una mayor atención -exceptuando el de la poesía, el que más-: el teatro, quiero referirme a que, el primer texto teatral (original), al que la entonces compañía ARA, de Málaga, a la que yo pertenecía, prestó atención de la obra de José María Pemán fue ‘Domingo de Pasión’ que estrenamos creo recordar en Cártama, el pueblo de José González Marín, el que fuera internacionalmente famoso recitador. -Puede que la población malagueña en la que se llevó a cabo la puesta en escena fuera Cómpeta y no Cártama como anteriormente indico-.

Han pasado tantos años que en ocasiones es difícil acertar. El resalto (original) lo motiva el hecho de que, muy anteriormente, cuando estudiaba en la Escuela Salesiana de Málaga -los Salesianos siempre fueron muy amantes del teatro-, intervine en varias funciones ofrecidas en dicho centro adaptadas para hombres -en aquellos años era impensable el que pudieran intervenir conjuntamente alumnos/as- y cuyas adaptaciones de textos de Pedro Muñoz Seca, Serafín y Joaquín Álvarez Quintero y otros autores se comentaba entre el alumnado eran trabajos de José María Pemán. Otro de los textos que la compañía ARA puso en pie en Málaga capital fue ‘Los tres etcéteras de don Simón’, una comedia a través de la cual el gaditano puso de manifiesto con amplitud su profundo y elegante sentido del humor.

Estas fueron, que recuerde, las dos únicas obras -piezas en decir de Antonio Gala-, en las que tomé parte como actor. Más tarde, como director para el teatro amateur y contando con alumnos de La Salle y alumnas de la Compañía de María di forma a una comedia de corte romántico titulada ‘Romeo y Julieta’. Los ensayos se llevaron a cabo en la sede del Colegio La Salle, en Alameda Cristina y, la puesta en escena en el salón de actos del actual colegio. Por cierto que a la representación acudió José María Pemán, sin duda invitado por la familia Ruiz-Mateos ya que el protagonismo femenino correspondió a una joven de dicha familia (siento no recordar su nombre). Sólo sé que tanto el elemento masculino como el femenino fue cariñosamente felicitado por el autor.

Más próximo en el tiempo pero así mismo alejado ya, como parte del programa del por entonces Grupo de Actores de Radio Popular de Jerez, pusimos en escena un espectáculo con textos de Federico García Lorca -ofrecido en numerosas ocasiones y en los escenarios más diversos-, que llevamos a Cádiz como parte de una programación especial, ofrecida en la Escuela Náutica. Al término de dicha representación, José María Pemán, que había asistido como un espectador más, tuvo la deferencia de pasar por los camerinos habilitados al efecto para dialogar sobre la función y felicitarnos a todos por el éxito alcanzado.

Un capítulo para el que conté con la poesía pemaniana -juntamente con la producida por otros autores-, me vino de la mano de una serie de espacios poéticos que fueron transmitidos por Radiolé de la Cadena Ser y que, previamente, con carácter semanal grababa en Radio Jerez, calle Caracuel, asistido por el técnico y amigo Juanma Romero. Durante más de un año pudimos realizar dicho trabajo, en respuesta a la invitación que en su día me hiciera el que fuera director de Radiolé, Francisco Herrera.

Para cubrir los diversos breves espacios poéticos que eran transmitidos cada día conté siempre con la abundante obra poética de José María Pemán ya que, la lectura de sus textos ha sido para mí y, continúa siéndolo, un entrañable placer, una absoluta delicia de quien en uno de sus poemas, centrado en la personalidad de Francisco de Asís, dejó un último verso para decir: “Yo, hermano Francisco, no soy más que poeta”.

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