No damos abasto para analizar desafueros del Gobierno. Para defender a Grande-Marlaska de su bochorno, el presidente del Gobierno ha soltado algo muy gordo. Que hay una trama politizada en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a la que ha llamado "la mal llamada policía patriótica", pero llamándola así de mal, ojo. Lo que el ministro está haciendo, afirma Sánchez, es desmantelarla.

Esto puede ser verdad o mentira, aunque siendo una frase de Pedro Sánchez lo normal es que sea mentira. Por supuesto, si fuese verdad sería muy grave. Porque hasta ahora pensábamos que esa trama sólo había infectado a unos pocos policías (con Villarejo a la cabeza) y que ya estaba inoperativa y juzgándose. De seguir en activo, habría mucho que investigar y que explicar. La oposición debería exigirlo. La exquisita neutralidad de la policía es esencial en un Estado de Derecho, tanto como el cumplimiento de la ley, como sabía muy bien el cesado Pérez de los Cobos.

También puede ser mentira, y lo será, siendo Sánchez quien lo afirma. No es menos grave. Que el presidente del Reino de España, para salvar la cara a un ministro que ha cesado a un coronel porque cumplía la ley, expanda una feísima sospecha sobre los cuerpos policiales en conjunto es una irresponsabilidad de dimensiones estatales. Los deslegitima a lo bestia y para nada. Por otra parte, da otro argumento para la posible demanda judicial de Pérez de los Cobos, al que no sólo se cesó por cumplir la ley, sino que se le acusa ahora en sede parlamentaria y por el presidente de Gobierno de ser un miembro caído de la trama parapolicial de Villarejo.

¿Acaban aquí los desmanes? Con Sánchez nunca se acaban. Sea verdad o mentira, el nombrecito que él ha contribuido a expandir para hablar de la policía y la Guardia Civil se las trae y podría valer como una sesión de psicoanálisis freudiano. Porque las ha llamado (mal llamándolas) "patrióticas" para solaz de sus socios filoterroristas y nacionalistas. ¿No ve que así ensucia el patriotismo? Sin necesidad, además; sólo para cubrir a un ministro muy tocado. No parece una ocurrencia menor. De todas las excusas que se podría haber sacado de su magín, ha tirado inconscientemente del (contra) patriotismo. Cuando en un país normal toda la policía tiene que ser patriótica del tipo del "Todo por la Patria", ¿o no? Aunque también lo tendrían que ser el presidente y los ministros, y ya vemos.

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