Disculpa que te perdone

Juan Alfonso Romero

Sólo fui un día a la Feria

Sí, sólo he ido un día porque entré el sábado día 30 abril y salí el sábado 7 de mayo. 'Agobiado' de pasar buenos momentos entre amigos y con 'estrés pos traumático'. Eso sí, con menos capacidad de endeudamiento, rodeado de mentirosos que me dijeron el miércoles "ya no vengo más a la feria" y estuvieron hasta el último día. (Uno de ellos soy yo). 

 

Gracias a José Tomás fui perseguido por pancartas de antitaurinos de papel que comen hamburguesas de retinto y se manifiestan como defensores de los animales. 

Viva la Feria de Jerez, quizás la de más éxito de los últimos años. Indiscutible acierto el cambiar el alumbrado al sábado. Feria del Caballo llena de alegría, luz y sabor. 

Ejerciendo como articulista 2.0 escribiendo desde el móvil en el mismísimo Real de la Feria con flamenco alrededor y media botella de Tío Pepe muy fresquita mientras observo cómo se consumen las últimas raciones de pimientos fritos. 

 

Alegre por la buena cara de la legión de caseteros que han tenido, en su gran mayoría, una excelente Feria llena de gente todos los días y porque supieron aguantar las bromas, el desfase de algunos gestos y de horarios, las tensiones y las incomodidades de algunos. Agradecido por la buena gastronomía y servicio con las lógicas limitaciones, sorprendido en algunas casetas por el 'mangoneo' a la hora de no verter todo el fino de la botella en la jarra de rebujito. Maravillado por la exhibición de caballos dentro y fuera del Real y quizás apenado porque fueron dos casetas de hermandades, La Viga y El Mayor Dolor, quienes más sufrieron las consecuencias de (probablemente) la primera una experiencia desagradable y reprochable para quienes la produjeron y la segunda, una mala gestión. Indicador nítido del necesario cambio de una ordenanza caduca en lo relativo a la cesión-explotación de casetas. 

 

En resumidas cuentas, una feria con áreas de mejora pero de rotundo de éxito y digna de felicitar al Ayuntamiento de Jerez porque sin duda es una oportunidad que genera empleo y riqueza para la ciudad. 

 

Una Feria del Caballo con mucho recorrido y necesitada -quizás- de algo de inversión -por ejemplo albero del bueno- cuando vuelvan buenos tiempos . Feria en la que no ha faltado de nada. No faltó ni sol ni nubes, ni calor ni fresquito ni lluvia ni viento. Con excelentes temperaturas y muy buen ambiente. Donde todavía se escucha y muy alta alguna música que no por oportuna en otros espacios sigue estando desubicada en el Hontoria. Y una feria donde el demandado FLAMENCO más representativo y diferenciador de Jerez sigue pidiendo con energía su merecido espacio.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios